La diástasis de rectos abdominales se entiende médicamente como un aumento, en sentido transversal, de la separación ordinaria entre los dos músculos rectos que están a nivel de la línea media abdominal o línea alba.
En otras palabras más sencillas de entender, la diástasis abdominal se produce cuando el lado derecho y el izquierdo de los músculos rectos abdominales (los que forman la tan deseada “tableta” de chocolate) se separan. Y cuando esa separación es superior a los 2,5-3 centímetros, se produce la diástasis abdominal anormal o patológica.
¿Cómo aparece la diástasis abdominal?
Nos lo explica el doctor Federico del Castillo, especialista de la Unidad de Digestivo y Cirugía General del Hospital Vithas Madrid La Milagrosa – CMED.
- «El origen de esta patología se da cuando el paciente sufre una presión intraabdominal muy alta y mantenida en el tiempo, como ocurre durante el embarazo o en personas con obesidad y, sobre todo, cuando la grasa se acumula como grasa visceral intraabdominal”.
Por eso de esta patología saben mucho las mujeres, ya que una de las causas de esta apertura abdominal la tienen los embarazos. Durante la gestación se produce un aumento considerable del perímetro abdominal, lo que causa que muchas mujeres tengan diástasis.
Pero no solo es un problema del embarazo.
La diástasis también se puede producir como consecuencia del estreñimiento o la tos crónica, que producen un aumento de presión en el abdomen.
Y también puede estar provocada por cambios de peso u obesidad.
¿Cómo saber que la tengo?
Entre los síntomas de la diástasis de rectos abdominales el especialista destaca:
- Dolor lumbar.
- Molestias digestivas.
- Dificultades para la retención de la orina.
- Aparición de bultos en el abdomen cuando se ejercita esta zona.
- Flacidez abdominal.
Además de los problemas fisiológicos que puede generar, el doctor Del Castillo explica que:
- «Esta hinchazón lleva asociada, además, una distensión en la piel que recubre los músculos, por lo que también afecta a la imagen personal y, en algunos casos, al estado de ánimo”.
Por ello, cuando se presentan los síntomas el paciente debe acudir a un especialista para que le paute el tratamiento más adecuado en cada caso.
Porque además es muy importante prevenir posibles consecuencias, como hernias, que serían más difíciles de manejar en el futuro.
Técnicas y tratamientos para eliminar la diástasis
Por regla general, las diástasis de los rectos abdominales que provoca el embarazo es corregida tras el parto. Y de hecho cada vez son más las mujeres que al ser conscientes de este problema acuden a especialistas en fisioterapia, para comenzar la práctica de gimnasia abdominal hipopresiva.
- Se trata de una serie de ejercicios posturales destinados a disminuir la presión en el abdomen y activar los músculos de la faja abdominal y del suelo pélvico.
Pero en algunos casos los hipopresivos no son suficientes y hay que acudir a la cirugía.
Tal y como apuntan desde la Unidad de Digestivo y Cirugía General del Hospital Vithas Madrid La Milagrosa – CMED:
«Hasta hace poco, la diástasis abdominal era considerada únicamente como un problema estético, por lo que se recurría a la práctica de una abdominoplastia”, que es una operación en la que se elimina el exceso de piel y grasa de la parte media y baja del abdomen y se refuerza la musculatura de la pared abdominal con sutura.
Pero era “una intervención muy invasiva y que, además, no trataba la debilidad de la pared abdominal, por lo que en ocasiones, ante la aparición de hernias abdominales, había que operar otra vez al paciente”, explica el doctor.
Una cirugía mínimamente invasiva para acabar con la diástasis
Afortunadamente, las técnicas quirúrgicas han evolucionado mucho y actualmente se utiliza una cirugía menos invasiva: la técnica REPA (Reparación Endoscópica Pre Aponeurótica).
Esta cirugía se realiza a través de tres mínimas incisiones por debajo de la línea abdominal -o zona baja del abdomen- que no van a ser visibles posteriormente y que ocasionan poco dolor y molestias en el postoperatorio.
- “Esta cirugía permite una corrección anatómica completa de los músculos y las fascias abdominales anteriores, así como un tratamiento de toda la patología herniaria asociada”.
Además, explica el doctor Del Castillo, en ocasiones se puede tratar la piel sobrante y mantener el concepto de mínima invasión y pequeñas incisiones.
Las ventajas de esta técnica son numerosas:
- Al realizarse mediante unas incisiones mínimas por debajo de la línea abdominal, no deja cicatrices.
- Además, el resultado es inmediato, ya que la persona intervenida vuelve a tener un abdomen plano a las pocas horas de salir del quirófano.
- La estancia hospitalaria es de 24-48 horas.
- El postoperatorio es poco doloroso e incómodo.
- El paciente puede volver a su rutina habitual a las dos semanas de la operación.
Otra de las ventajas de la técnica REPA es que “disminuye los síntomas de otras patologías provocadas por el embarazo, como el dolor de espalda y la incontinencia urinaria, e, incluso, favorece un suelo pélvico más fuerte”, el especialista.