La doble vara de medir de la derecha se aprecia a muchos y muy distintos niveles, y la violencia machista no iba a ser una excepción. Los últimos acontecimientos que rodean al ya exportavoz de Sumar, Íñigo Errejón, y las denuncias interpuestas contra él por parte de varias mujeres ha caído como un jarro de agua fría en la izquierda política y social y ha dado alas a una derecha, dispuesta ahora a enarbolar una bandera que otras veces ha denigrado.
Y en esas contradicciones, una de las máximas expresiones dentro del Partido Popular es la que encarna la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aunque a ella haya que sumarle, seguramente, toda una serie de nombres tanto de partido como mediáticos.
La lideresa regional ha criticado en las últimas horas la actitud del que fuera diputado. Si bien es cierto que la responsable de Sol lo ha adoptado un tono contundente, ha sido menos dura de lo que posiblemente mucha gente esperaba. Con todo, la presidenta regional dirigía unas palabras a las feministas emitiendo que “no ha habido manifestaciones en estas últimas horas con todos los casos que se están conociendo, dependiendo de quién los comete”.
Una crítica a la que, de algún modo, se sumaba también el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en términos referidos al “encubrimiento” o haciendo alusión a los efectos de la llamada ley del ‘solo sí es sí’ y las excarcelaciones de los agresores sexuales. “Ahora las mujeres vuelven a sufrir, no solo los hechos, sino su encubrimiento, y nosotros vamos a seguir defendiéndolas. Sigue siendo nuestro deber (…) Es lamentable que el Gobierno solo pueda ofrecerla su hipocresía”, emitía.
Sin embargo, el Partido Popular se sirve una vez más del discurso depende de para qué. Más allá de que obvia que la diferencia principal reside en que la izquierda ha condenado sin parangón las informaciones que han salido a la luz en los últimos días, la derecha se olvida de la respuesta que ha tenido ante situaciones de violencia machista tanto dentro como fuera de sus partidos, especialmente la presidenta madrileña, experta en confrontar con el movimiento feminista.
Ignoró hasta cinco veces a una victima
En el aspecto interno, el PP de Madrid parece no acordarse de que hizo caso omiso a una mujer que denunció hasta cinco veces a su agresor; al cual, lejos de amonestar o, al menos apercibir, la formación incluyó en sus listas.
Los hechos datan de hace un par de años, cuando una joven afiliada y presuntamente víctima de violencia machista, acudió a la sede de Génova hasta en cinco ocasiones para pedir la expulsión de quien fuera también su expareja, Daniel Marbán Vázquez, condenado en firme por vejaciones, según indicaban por aquel entones fuentes del partido.
A pesar de que la mujer solicitara la medida de manera reiterada, el equipo de Ayuso premió a Marbán hace dos veranos incluyéndolo en un órgano interno, y de nuevo en abril de 2023, incorporándole a su lista de candidatos a diputados para las elecciones autonómicas del 28M en el puesto 110. Sin embargo, éste renunció después de que se conociera su condena, que reveló el diario ABC.
Si bien era imposible que consiguiera escaño, el mero hecho de incluir su nombre en listas ponía en entredicho el compromiso del PP de Ayuso con la violencia de género, especialmente si se atiende a las normas internas del partido, que contempla sanciones para condenados por esta lacra y el rechazo absoluto a cualquier tipo de violencia.
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Marbán había sido secretario de Nuevas Generaciones (NNGG) en el distrito de Villaverde y presidente en la capital del club Rotaract, una organización internaciones que reunía a jóvenes con capacidades de liderazgo. En consecuencia, más allá de sus posibilidades de alcanzar la Asamblea, su inclusión fue concebida como un premio.
Otro presunto agresor en listas
Queda demostrado que del partido no siempre se han activado los resortes necesarios una vez se han conocido casos de presunta violencia, y otro ejemplo de ello obedece a una primicia que sacó ElPlural.com a finales del año pasado y que tiene que ver con un director de instituto que también se presentó a los comicios del 28M.
Se trataba de Luis Bravo Moreno, quien volvió a ocupar su puesto en el centro en el que trabajaba tras la denuncia -según sindicatos, en aquel momento por presunto acoso sexual y laboral; según la Consejería de Educación, únicamente por el segundo concepto- y que coincidió con la dirigente primera de la región en el acto que la formación celebró el 22 de abril de 2023 en Colmenar Viejo para presentar a los alcaldables de los ayuntamientos del norte.
Después de conocer los hechos, este medio preguntó al PP madrileño si tenía pensado abrir un expediente sancionador o dar explicaciones, considerando siempre que el partido no tenía conocimiento de los hechos en el marco electoral dado que las denuncias obedecían al mes de junio y la llamada a las urnas fue anterior. “Respetamos el proceso judicial. No obstante, Luis Bravo no consiguió sus acta de concejal en las pasadas elecciones municipales ni tampoco ocupa ningún cargo dentro del partido”, emitieron en ese momento.
La medida que tomó la Consejería de Educación, insuficiente a ojos de los sindicatos, fue evitar que el presunto acosar y la única denunciante que quedaba en el centro se encontrasen en el espacio de trabajo.
“Divorcio duro”
Todavía en el seno puramente político, en esa ocasión Feijóo, llegó a decir que Carlos Flores, el cargo de Vox condenado en 2002 por maltrato psicológico a su esposa, había tenido un “divorcio duro”.
Asimismo, los ‘populares’ asumieron que la formación de Abascal recolocaría al diputado como número uno por Valencia en la Cámara Baja después de que el presidente valenciano, Carlos Mazón, se negara a convertirlo su vicepresidente de la Generalitat.
Honores a Plácido Domingo
También es de sobra conocida la posición de Ayuso y del PP con nombres como el de Plácido Domingo, a quien una veintena de mujeres señalaban como acosador sexual en unos audios fechados a 2019.
La presidenta de la Comunidad de Madrid o el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, se opusieron -en el caso del regidor- a una propuesta de la oposición que pasaba por retirar al tenor un título de hijo predilecto tras las informaciones. Para Almeida, de hecho, todo obedecía a una cuestión de “caza de brujas, quemas, hogueras y moralinas”.
Por su parte, cuando saltaron las informaciones, Ayuso lo calificó como “el más grande”, mientras que después ha tenido en muchas otras ocasiones palabras de alabanza para él a la vez que el artista ha participado de actos, por ejemplo, navideños, de la región.
El beso sin consentimiento de Rubiales
Otro de los casos mediáticos de los últimos años; el que tiene que ver con el beso sin consentimiento que el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), dio a la campeona del mundo Jenni Hermoso, también fue utilizado por la derecha y la presidenta como arma arrojadiza.
Así lo muestra un polémico tuit del verano de 2023, con el asunto en plena actualidad, en el que la lideresa regional afeaba que la prensa internacional se ocupara del “impresentable comportamiento de Rubiales”, pero que “nadie” denunciara el “boicot a la Vuelta Ciclista por parte de los independentistas, los que negocian con Pedro Sánchez”. “Vivimos en una manipulación total”, expresó.
Y este es solo un ejemplo en torno al momento que eclipsó el éxito de las campeonas en Sídney. De hecho, aprovechando el ‘caso Errejón’, la política ha traído a colación el beso de Rubiales. En ese sentido, Ayuso ha recuperado de la hemeroteca una entrevista del que fuera uno de los fundadores de Podemos para ‘Al Rojo Vivo’ en el que condenaba el comportamiento del antiguo máximo responsable del fútbol español. “Pues a la izquierda le está quedando un feminismo estupendo”, apuntaba Ayuso.
Día del hombre
Tampoco cae en el olvido que la lideresa regional preguntara por el día del hombre, sirviéndose de la celebración del último 8 de marzo -Día Internacional de la Mujer- y obviando que son ellas las grandes damnificadas por el sistema.
En ese mismo discurso, una Ayuso más cercana al discurso de Vox en materia de violencia machista evitó emplear este término para sustituirlo por el de violencia familiar y enumerar las estadísticas en las que las muertes de hombres son mayoritarias frente a las de mujeres, como las situaciones de guerra.
La política llegó a emitir que la “revolución feminista” sustituyó una jornada de “alegría y celebración” aparecida en 1909 con motivo de la inclusión de la mujer al mercado laboral para sustituirla por otra para “atacar al hombre, la familia y la maternidad, entre otras cuestiones”. A la vez que consideraba que esa “revolución ideologizada” hace “lo contrario” a “mejorar la vida de las mujeres” y que, además, “se olvida del 50% de la población”.