La efervescencia con la que Medina Azahara nació en 1979 sigue latente en 2024. Han pasado 45 años de aquel debut en estado de gracia que, posteriormente, por convicción pura, alcanzó la gloria con La esquina del viento. Sin embargo, a pesar del tiempo, la banda liderada por Manuel Martínez no ha dejado que la edad les reste ni un ápice de autenticidad. La música sigue siendo oxígeno para ellos, la materia sobre la que han cimentado su vida. La profesional, pero sobre todo la personal. Pues hay tanta honestidad en sus canciones que es imposible separar la una de la otra. “Nos encanta la muchedumbre que se reúne en los conciertos, nos llena de energía. Hemos pasado por muchas etapas hasta que, un día, de repente, la gente nos hizo suyos. Eso te engrandece”, dicen. De ahí que su adiós tenga cierto punto de orfandad. Para el público, sí. Y también para ellos.
Se despedirán de los escenarios, salvo arrepentimiento, ya saben, con una gira que arrancará el próximo enero: se llama Todo tiene su fin y, en ella, Manuel Martínez, Paco Ventura y Manuel Ibáñez repasarán los éxitos que han marcado su carrera. Rock andaluz en estado puro, el género que les ha vuelto legendarios.
¿Por qué ahora?
Manuel. Es cierto que estamos en un momento grandioso, pero peor sería despedirnos cuando las cosas estén mal. Siempre hemos sido un grupo honesto y, como tal, debíamos actuar en consecuencia.
En una industria tan feroz, ¿es posible envejecer con dignidad?
Paco. Hemos visto algunos casos en los que la dignidad se ha quedado atrás y nosotros no queríamos que nos pasase eso. Deseábamos hacer una última maratón ganadora. Estar a la altura de los seguidores. No queríamos que la leyenda de Medina Azahara, con tantos bolos y canciones memorables, se oscureciera. A pesar de que podríamos aguantar más, queremos dejar un bonito cadáver.
¿Cómo cambia hacer rock con 25 que con 70?
Manuel. Sabemos que el rock tiene otras vertientes que, poco a poco, hemos ido introduciendo para sobrevivir. Y podríamos seguir haciéndolo, incluso con 78. Mira, por ejemplo, a Mick Jagger.
Jamás hemos caído en la trampa de querer cambiar porque quienes lo hicieron, al final, no llegaron a nada
¿Nunca han estado tentados de cambiar de estilo?
Paco. La copla no es lo nuestro.
Manuel. Aunque nos lo propusieron en La Movida, Medina Azahara ha preferido ser fiel a sus principios. Jamás hemos caído en la trampa de querer cambiar porque quienes lo hicieron, al final, no llegaron a nada.
Ibáñez. El rock ha marcado nuestro camino. Todo lo demás sería ir a contracorriente.
¿Alguna vez les sugirieron maquillar el acento andaluz?
Manuel. Sí, fue un productor puntual. Nos dijo que teníamos que quitarlo, cortarnos el pelo, cambiar nuestra ropa… Y, de inmediato, nos dimos cuenta de que no era para nosotros.
¿Cuál es el peor consejo que les han dado?
Manuel. Hubo alguien que nos dijo que no íbamos a llegar a ningún lado. Lo que, entonces, funcionaba era otra cosa y nosotros hacíamos lo contrario… pero defendimos nuestras ideas.
Llevan cuatro décadas viviendo en la carretera, ¿qué poso deja esta vida?
Manuel. No sé vivir sin música, es el motor que me mueve. Basta que termine un concierto para que, nada más llegar a casa, esté pensando en el siguiente, aunque haya que darlo a miles de kilómetros.
Paco. La parte negativa es el tiempo que no estás con la familia. Nos ven tan felices que lo entienden.
¿En qué punto se encuentra el rock andaluz?
Manuel. Si bien hay grupos que lo intentan, pero realmente el último eslabón es Medina Azahara. Con lo cual esperamos que, en adelante, salgan otros que lo defiendan tanto como nosotros. Este género es una forma de vida, una experiencia. Se trata de querer tratar Andalucía con fuerza y ahínco.
Ibáñez. Ahí están Derby Motoreta’s Burrito Kachimba Banda y La Plazuela. No es rock como tal porque lo fusionan con la psicodelía y el funky.
¿Es el rock político por naturaleza?
Manuel. Intentamos ser reivindicativos sin necesidad de dirigirnos a una política de derechas o de izquierdas. Nuestro fin es defender los derechos humanos.
Paco. Tenemos la obligación de protestar y opinar sobre las cosas que están pasando, aunque no seamos políticamente correctos.
No me gustan las personas que están guiando el país. No tienen el aura de los políticos de antes. Da igual que fueran de centro, derecha o izquierda, querían mejorar España
¿Qué cosas no les agrada del país que tenemos?
Paco. No me gustan las personas que están guiando el país. No tienen el aura de los políticos de antes. Da igual que fueran de centro, derecha o izquierda, querían mejorar España y hacerlo un lugar mejor para todos. Los políticos de hoy sólo quieren un lugar mejor para ellos, intentando enriquecerse y olvidándose de los ciudadanos.
Ibáñez. Con independencia de la ideología, hay mucho que mejorar. Tengo la sensación de que, en muchos sitios, hay más inseguridad cuando, en España, siempre se ha podido pasear a cualquier hora.
Manuel. Ni lo vivido fue tan bueno ni lo que viene será tan bueno. España tiene que aprender muchas cosas, pero tenemos un país maravilloso. Con eso nos tenemos que quedar.
¿Alguna vez les han censurado?
Manuel. No, desde el principio fuimos reivindicativos. Hablábamos de lo que queríamos, aún cuando sabíamos que nos iban a tachar de andalucistas.
¿Cómo les gustaría ser recordados?
Manuel. Como un grupo que ha dado todo a la hora de componer y tocar. Hemos conseguido que, durante un ratito, el público se olvide de sus penas.
Ibáñez. Somos lo que somos gracias a ellos.
Paco. Hemos dado noches inolvidables.