El Real Zaragoza es puro veneno para sus adversarios. El equipo aragonés, máximo goleador de la categoría con 21 tantos, sumó el martes en tierras catalanas el sexto encuentro consecutivo marcando para corroborar un potencial ofensivo fuera de toda duda. El Zaragoza, que solo se ha quedado tres partidos sin marcar hasta ahora, ha logrado revertir la insoportable tendencia de las últimas temporadas, en las que la búsqueda del gol ha sido tan incesante como infructuosa.
Los cinco tantos en L’Hospitalet elevan a 26 los acumulados hasta ahora por los aragoneses, cuyo magnífico registro apenas tiene parangón. De hecho, hay que remontarse hasta la temporada 1955-56 para encontrar una eficacia semejante en Segunda. Entonces, el Zaragoza también enfilaba la decimotercera jornada del campeonato liguero con esos 26 tantos que atesora ahora entre Liga y Copa. En la 71-72 llevaba 25 pero solo en Liga, ya que no participó en la Copa Generalísimo hasta enero.
No ha habido un Zaragoza más goleador desde el último descenso. En las once campañas anteriores en Segunda, el equipo siempre marcó menos tantos a estas alturas. También con Víctor , en la 19-20, cuando la irrupción de la pandemia frenó en seco a un equipo que parecía lanzado hacia el ascenso. Entonces, el Zaragoza superó la duodécima jornada del curso con 17 goles en el zurrón.
Sí se lograron también 21 en la 2008-2009, cuando el conjunto blanquillo logró el ascenso a Primera División con Marcelino García Toral en el banquillo.
Así que el gol, ese bien tan preciado y perseguido en las últimas campañas, mantiene arriba a una escuadra que, en cambio, sufre serios problemas defensivos y que acumula ya casi dos meses sin cerrar su portería.
El gol, además, es cosa de todos. El tanto de Alberto Marí en L’Hospitalet provoca que todos los delanteros del plantel hayan visto puerta ya, algo que no sucedía desde la 2017-18. Soberón, con seis tantos, lidera una faceta realizadora en la que Bazdar y Azón (4) ya le siguen de cerca.
Hasta doce jugadores han anotado ya, lo que subraya el reparto de una faceta que no es cosa solo de los delanteros. Además de ellos cuatro, también han hecho diana Liso (2), Pau Sans (2) o Francho (2), mientras que uno han celebrado ya Aketxe, Luna, Tasende y, desde el martes, Adu Ares y Jair.
Desde luego, la comparativa con las últimas temporadas es reveladora. A estas alturas del curso pasado, el Zaragoza había logrado 15 tantos en Liga, es decir, seis menos que ahora. Pero es que, en la 22-23, tan solo se habían materializado siete goles en las doce primeras jornadas del curso, uno menos que en las mismas fechas de la 21-22. El gol lastró hasta tal punto al equipo aragonés en esas tres campañas que le abocó a luchar por su supervivencia en todas ellas.
Ahora, la pinta es otra. El problema ya no es el gol a favor sino en contra. El Zaragoza marca siempre y marcan todos, lo que le mantiene en la zona noble de una tabla clasificatoria marcada por la extrema igualdad, con apenas tres puntos entre el segundo y el undécimo.