Ignacio Requena es sacerdote en Letur, localidad del sur de Albacete donde todos los esfuerzos se centran en localizar a las seis personas desaparecidas a causa de la DANA este martes. Ignacio conoce bien a todos los vecinos de este municipio que no llega a los mil habitantes, no solo por su condición de cura, sino por haber nacido en el pueblo.
Este martes vivió tal vez el episodio más dramático de su vida, cuando la DANA destrozó todo lo que había a su paso, tal y como ha relatado en COPE: “Había una lluvia de otoño, intermitente, a veces un poco más fuerte y otras más floja, pero nadie supo que iba a pasar lo que pasó. A las 13.30h oímos un estruendo muy grande y donde yo vivo para un barranco y, al asomarme, era dantesco: coches, agua, palos de árboles y llamamos al 112 para dar la alarma”.
Lo peor, recalca Ignacio Requena, es que había vecinos de Letur atrapados en sus viviendas: “El agua pasaba por dentro de las casas, entraba por una ventana y salía por la otra, y ellos atrapados sin poder moverse”, ha contado el sacerdote abatido.
El gesto de Ignacio Requena para tratar de salvar a un vecino
Al ser el primero en darse cuenta, Requena se puso en contacto con el 112. Al asomarse, vio como los vecinos pedía ayuda, aunque el margen de maniobra era muy limitado. El propio sacerdote se dirigió a una vivienda aledaña para comprobar si una persona se hallaba atrapada en el domicilio.
“Me metí hasta la cintura pero ya no podía llegar a más. Había una persona que no sabíamos si estaba en la casa de al lado y me metí hasta media rodilla para asomarme a la reja para ver si estaba. Luego la llamamos y estaba en el centro de salud. Fue el momento de locura para ver si estaba porque entonces el agua no llegaba con tantísima fuerza. Gracias a Dios no había nadie allí”, ha continuado explicando el párroco de Letur con tristeza en su voz.
Los vecinos de Letur, abatidos: «Con la mirada nos los decimos todo»
Además de buscar a las seis personas desaparecidas, la segunda prioridad es abrir accesos al casco antiguo de Letur para atender a los mayores que permanecen en sus casas “para llevarles alimentos, agua y aquello que necesiten”.
Pese a que hoy el sol ha hecho acto de presencia en Letur, la tristeza y preocupación entre los habitantes es palpable: “Nos miramos y con la mirada nos lo decimos todo, la gente está muy triste y abatida. Algo así no podíamos pensar que pudiera pasar. Ha destrozado todo, de ahí que para bajar al pueblo, al casco antiguo, sea casi imposible. Los bomberos tuvieron que abrir vías de acceso para llegar abajo”, ha explicado Ignacio Requena en COPE.
Cuestionado por la labor de un sacerdote en un contexto tan complejo como este, Ignacio Requena ha pedido a Dios “que nos dé fuerzas, esperanza, saber estar, saber consolar y estar unidos, vivir este momento unos con otros para poder seguir hacia adelante, sabiendo que si hay alguien que no se baja de la cruz fue Jesucristo”, ha destacado.