Aún quedaba un rato para las nueve de la mañana, hora en la que empieza el pleno del Congreso cada miércoles, cuando muchos diputados enfilaban la Carrera de San Jerónimo con la cara desencajada. Algunos escuchaban la radio y otros iban revisando los mensajes del teléfono. Todavía no se había comunicado la cifra de más de 50 muertos por la devastadora dana que ha arrasado la provincia de Valencia, otras zonas de la Comunitat, y regiones limítrofes como Castilla-La Mancha. Los diputados valencianos en el hemiciclo iban dado cuenta a sus respectivos grupos. El pronóstico era muy malo: “Va a ir a peor. Van a ser muchos muertos más”.
Ningún grupo parlamentario había solicitado la suspensión del control al Gobierno antes de comenzar. El PP sí movió ficha antes de las ocho y media de la mañana y se puso en contacto con la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, para pedir que se guardara un minuto de silencio. Y así comenzó la sesión.
El ambiente estaba muy enrarecido. Los diputados del PP intervenían en un tono más bajo del habitual, recordando a las víctimas y enviando mensajes de esperanza ante lo que estaría por venir. Pero después se lanzaron a los frentes habituales del Gobierno – “la colonización institucional, la imputación de la mujer del presidente” y este miércoles se sumó el caso Errejón. La vicepresidenta María Jesús Montero hizo un llamamiento directo a la unidad de todos los partidos ante la tragedia.
Ya en la tercera pregunta de la sesión -dirigida a Yolanda Díaz- la diputada del PP, Ester Muñoz, pidió que se diera por terminada la sesión. “Creáme que no tengo ninguna gana de hacerle la pregunta. Estamos a tiempo. Suspendamos esta sesión”. El control siguió. Justo después, el portavoz conservador, Miguel Tellado, insistía en su turno: “Reunamos a la junta de portavoces y no sigamos adelante”. Armengol -también Patxi López había dicho que le parecía una buena idea- anunció un receso de tres minutos para tomar una decisión.
Receso de casa hora y media
Ese receso, con todos los portavoces y miembros de la Mesa reunidos, se alargó casi una hora y media. La discusión fue muy fuerte. La oposición exigía suspender toda la actividad parlamentaria del día por las decenas de fallecidos y porque “todo podía esperar”. Insistían en que la imagen que debían trasladar era la de centrar todos los esfuerzos en la coordinación de administraciones y servicios de emergencia.
Y, sobre todo, evitar un bronco debate como el de cada semana. Los partidos del Gobierno -PSOE y Sumar- que tienen mayoría, comprendían que sí era procedente suspender el control, pero no el pleno que debía iniciarse a continuación.
Y ahí estaba el punto de la discordia. Un segundo pleno en el que el Gobierno pensaba convalidar el real decreto ley sobre RTVE después de que hace solo unos días el Consejo de Ministros lo aprobara para proceder a su renovación sin el PP. La oposición mostró su indignación: “No tiene ningún sentido que suspendamos un pleno y luego sí celebremos otro porque el Gobierno quiere seguir colonizando instituciones”. En la presidencia del Congreso explicaban la decisión: “Habrá un segundo pleno a las 11 de la mañana después de que la mayoría de las fuerzas progresistas expresaran su voluntad de celebrarlo”.
Alberto Núñez Feijóo convocó a los medios de comunicación para anunciar que su grupo parlamentario “se ausentaría” de ese debate: “Toda cuestión política se puede aplazar. He presenciado muchos momentos de bajeza moral, pero ninguno como éste”, zanjó. Después Vox también comunicó que no participaría. Y Compromís, socio del Gobierno habitual, se ausentó de la misma manera.
Eso quiere decir que si la derecha hubiera estado en el pleno, el decreto habría decaído. Pero el partido valenciano comunicó su decisión después de que la bancada de la oposición ya hubiera explicado que no estarían en el hemiciclo. El real decreto ley quedó aprobado con 175 votos a favor y uno en contra, el del BNG.
En realidad, lo único que se mantuvo fue el decreto de RTVE porque las comisiones previstas para la jornada también se suspendieron por respeto a la tragedia. También ha quedado suspendida la agenda institucional y los actos previstos para esta tarde en la Cámara Baja, incluido un homebaje en recuerdo a todas las víctimas del golpe de Estado, la guerra y la Dictadura.