Roberto Lagrava regresó ayer a su casa del médico, junto a su pareja, a las 20.10. A los diez minutos, llegaron las imágenes devastadoras. Este jacetano, residente en una planta 20 del barrio valenciano de La Torre (una pedanía de la capital), vivió ‘in situ’ los horrores que desprende una catástrofe de este tipo. «Nos asomamos a la ventana y vimos como llegaba una gran riada, llevándose varios coches. Vivimos en una avenida situada en la antigua carretera de Madrid, y desde aquí podemos ver varios focos de incendio, coches apilados… Las vistas son desoladoras, como si fuese una guerra», explica Lagrava.
En su caso, dice, tuvieron «suerte», ya que si hubiesen cogido el siguiente autobús al que se subieron, «no hubiésemos podido acceder a casa». «La policía ya estaba cortando los accesos y apenas pasaron diez minutos hasta la riada. Fue en una hora complicada, porque la gente está saliendo del trabajo, de recoger a sus hijos de las extraescolares… Fue todo muy devastador», afirma el aragonés, a quien se le quedó una imagen grabada: «Nos impactó mucho escuchar a un hombre pedir auxilio. Llamamos al 112 y a la policía, pero estaban colapsados. Por suerte, pudo trepar a su furgoneta y al final fue rescatado».
El entorno de la avenida de su casa, por otra parte, también quedo anegado. «Tenemos junto a casa un centro de venta de coches de ocasión, y todavía vemos caravanas flotando», prosigue, mientras que, en su caso, da su vehículo por perdido. «Las tres plantas del sótano están inundadas y nuestro coche está en la -3», expresa Lagrava, que además cuenta que llevan sin agua potable desde ayer, aunque la luz no la han perdido. «Creo que hemos sido los únicos de todo el entorno a los que no se nos ha ido. Lo único, que a ratos perdemos la señal de Internet», sostiene. Ahora, Lagrava sigue en su piso, a la espera de más noticias. En torno a las 12.00 horas, los bomberos han pasado por la calle avisando por megafonía que era probable una nueva crecida, por lo que recomiendan a la gente que suba a sus casas.
David, otro residente aragonés en Valencia, narra por su parte que la «histeria colectiva» está haciendo mella en la ciudad, en algunos casos en respuesta a distintas ‘fake news’ que aparecen en redes. «La gente está acudiendo al súper en masa, como en la época del covid», asevera. En su caso, vive en una zona en la que no ha habido inundaciones, pero en la que las fuertes ráfagas de viento «se cargaron árboles, contenedores, ventanas y que se cayera la luz de vez en cuando». Ahora, prosigue, no tiene agua en casa. «La peor parte se la han llevado algunos de sus conocidos, que quedaron atrapados en la autovía subidos y hasta las 5 o las 6 de la mañana no han podido ser rescatados, en lanchas», concluye.