La propuesta de alto el fuego entre Israel y Hezbolá que promueve Estados Unidos establece un período de implementación inicial de 60 días, en el cual el ejército libanés (LAF) se desplegará a lo largo de la frontera, asumiendo el control del sur del Líbano y confiscando armas de Hezbolá, de acuerdo con un borrador de acuerdo difundido por Kan News.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) abandonarán el territorio libanés dentro de los siete días posteriores al cese de hostilidades, siendo reemplazadas por el LAF, con el apoyo de fuerzas de paz de la ONU que facilitarán la transición. Al concluir este proceso, se contará con 10.000 soldados del ejército libanés en la frontera con Israel.
Una vez finalizado el plazo de 60 días, se iniciarán negociaciones indirectas entre Israel y el Líbano, facilitadas por EE. UU., sobre la aplicación plena de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU y la resolución de disputas fronterizas.
Se formará un nuevo Mecanismo Internacional de Vigilancia y Ejecución (IMEM), liderado por EE. UU. y compuesto por países como Italia, Francia, Alemania, España, el Reino Unido, la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) y otros actores regionales.
El borrador de acuerdo permite a Israel “actuar contra las violaciones” y responder a amenazas desde territorio libanés. Si Líbano o el IMEM no abordan la producción o transporte de armas, Israel podrá atacar estos objetivos, previa consulta con EE. UU.
Israel podrá realizar vuelos de inteligencia en Líbano, siempre que no sean visibles a simple vista ni rompan la barrera del sonido.
Adicionalmente, se ha propuesto una carta paralela entre EE. UU. e Israel que reafirma el derecho de Israel a la defensa y establece un rol principal de EE. UU. en la implementación del alto el fuego y en asegurar el cumplimiento de Líbano de sus compromisos.