Medio litro de una bebida energética puede ser equivalente a tomar dos cafés expresos y entre 13 y 15 terrones de azúcar. ¿Cuántos padres y madres le darían esa ingesta a sus hijos? Es la pregunta que lanza Ana Puga, enfermera residente de Pediatría en el Hospital Materno-infantil de Gran Canaria. El pasado 20 de septiembre, en el marco de la celebración del Congreso nacional de la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética celebrado en Las Palmas de Gran Canaria, Puga advirtió durante una ponencia de los impactos de las bebidas energéticas en los adolescentes.

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