Medio litro de una bebida energética puede ser equivalente a tomar dos cafés expresos y entre 13 y 15 terrones de azúcar. ¿Cuántos padres y madres le darían esa ingesta a sus hijos? Es la pregunta que lanza Ana Puga, enfermera residente de Pediatría en el Hospital Materno-infantil de Gran Canaria. El pasado 20 de septiembre, en el marco de la celebración del Congreso nacional de la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética celebrado en Las Palmas de Gran Canaria, Puga advirtió durante una ponencia de los impactos de las bebidas energéticas en los adolescentes.
Las bebidas energéticas pueden generar «problemas cardíacos, gastrointestinales y alteraciones del sueño«, según Puga, que también enlaza con la ansiedad o la depresión. «Ya se ven problemas en los comportamientos; los adolescentes cada vez tienen menos gestión de la frustración (…) con estos estimulantes, si ya estás durmiendo menos, puedes entrar en un círculo vicioso», expone Puga, por el hecho de estar cada vez más cansados por una falta de sueño que a su vez se ve afectada por el consumo de cafeína.
En este sentido, cita el ejemplo de Galicia, donde se trabaja para prohibir por ley las bebidas energéticas a los menores y el veto afectará a las que contengan al menos 32 miligramos de cafeína por cada 100 mililitros. Después de que la Xunta lanzara su anuncio el año pasado, otras siete comunidades autonómicas reconocieron que se planteaban tomar el mismo camino.
Sin embargo, el Archipiélago no está entre ellas y el Servicio Canario de Salud prefiere insistir en la promoción de los hábitos saludables desde la infancia. Puga considera que las islas deberían seguir el ejemplo de Galicia y prohibir las bebidas energéticas para menores de 18 años. Como ejemplo, expone las recomendaciones aceptadas de limitar el consumo de cafeína entre menores y embarazadas y considera que se debería extender a las bebidas energéticas.
«En los menores hay más riesgos porque no están del todo desarrollados. No es lo mismo la cantidad de miligramos por peso de cafeína o de azúcar en un adulto que en un menor. Mientras menos superficie corporal, menos consumo. Además, el cerebro está en pleno desarrollo. Y los adolescentes necesitan dormir mucho más que un adulto», detalla Puga.
Composición de alimentos
De lo que se trata, en el fondo, es de actuar en la prevención y conocer la composición de lo que se consume. El Congreso también trató este punto de la mano de Rafael Urrialde de Andrés, especialista en Nutrición y experto en Seguridad Alimentaria de la Universidad Complutense de Madrid, quien puso el foco en conocer, sobre todo, «la denominación de venta de los productos«, sobre todo en los envasados.
«Es crítica a la hora de tomar decisiones. No es lo mismo un zumo que un néctar; una leche que un batido; un yogur que una leche fermentada; unos cereales hidrolizados que unos cereales que no lo están; unos cereales con o sin fibra. Para eso, la denominación de venta es totalmente imprescindible para dar recomendaciones a la población y, también, para enseñar a diferenciar los productos», explica Urrialde.
Sin embargo, Urrialde reconoce que «es muy difícil» leer la información nutricional de los productos, que cada vez se está «tecnificando más» porque hay una mayor profesionalización en ese sentido. Para ello, recomienda también tener en cuenta la composición del número y del tipo de ingredientes, así como el valor nutricional, entre otros.
«Hay que tener en cuenta las grasas saturadas, los azúcares y la sal de cara a la precaución en la población que tiene patologías cardiovasculares, diabetes o la osteoporosis», ejemplifica Urrialde, quien resalta la importancia de las recomendaciones que establece la Organización Mundial de la Salud y, sobre todo, el ámbito sanitario, desde Atención Primaria a la especializada. Si bien, critica la disparidad de criterios que se dan en ocasiones a la hora de hablar de nutrición y reivindica una unificación para trabajar con los mismos datos y parámetros.
«Hay que ver los productos de forma global. Cualquier publicidad de un producto va a resaltar siempre sus beneficios, nunca la situación perjudicial. Pero indiscutiblemente todos los productos tienen sus pros y sus contras, hasta el agua», dice Urrialde. En cualquier caso, recuerda que la Unión Europea es el territorio con mayor protección y seguridad alimentaria en el ámbito mundial.
El Congreso
El Museo Élder de la Ciencia y la Tecnología acogió entre el 18 y el 20 de septiembre la celebración del 24º Foro sobre Cuidados Nutricionales: nexo entre la Atención Primaria y la Hospitalaria, de la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética, que está avalado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España.
El encuentro reunió a 150 profesionales de enfermería, medicina, nutrición y otros profesionales sanitarios, que van desde la fisioterapia al deporte. El rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Lluis Serra, clausuró el Congreso con una conferencia titulada Incentivos y tasas en la alimentación.