Sigue rompiendo moldes. ‘Rebentando’ marcas de precocidad sin parar, sin tregua. Superando a otros avanzados a sus tiempos como Lionel Andrés Messi y otros futbolistas que eclosionaron muy pronto. Lamine Yamal se plantó en el Bernabéu después de perder los cuatro clásicos que había librado previamente, y dejó su obra de arte personal en el cuadro que pintó el Barça de Hansi Flick. Una segunda mitad que fue una oda al fútbol de ataque, vertical. El Barça se divirtió en territorio vikingo y buena culpa de ello la tuvo este adolescente de 17 años que ‘amenaza’ con romper el orden del fútbol mundial.

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