La suspensión decidida este martes por el Ministerio del Interior anulando una compra de 8,2 millones de balas para la Guardia Civil a la firma israelí Guardian ha sido el gesto más visible de rechazo del Gobierno de España al de Israel por las catástrofes humanitarias de Gaza y el Líbano, consecuencia de las ofensivas de Tel Aviv en varios frentes de Oriente Próximo. Pero no es el único gesto. Importantes licencias de aprovisionamiento y nueva adquisición de material bélico de España con Israel acaban de cumplir un año de suspensión, confirman fuentes del Ministerio de Defensa.

Fuente