El estallido del ‘caso Errejón’ ha puesto en alerta a todos los partidos a la izquierda del PSOE. Se suceden reuniones y comparecencias para dar explicaciones, pero también consignas internas para que ningún diputado meta la pata ante la prensa. En las últimas horas, el foco ha recaído en Más Madrid. La formación regionalista ha admitido que conoció un caso de presunta agresión sexual del exportavoz de Sumar en junio de 2023, poco antes de las elecciones generales, pero restó importancia al relato de la denunciante.
Además, Errejón fue líder del partido hasta su salto a la política nacional con Más País, lo que ha llevado a la dirección de la fuerza madrileña a pedir disculpas por no haber advertido las conductas que su exlíder admitió el pasado lunes. Pero Más Madrid no quiere filtraciones y ha prohibido a sus cargos y miembros realizar cualquier declaración a periodistas: derivan cualquier consulta a la cúpula.
De este modo, buscan evitar fugas, y que la información se gestione desde arriba hacia abajo. La responsable en el Ayuntamiento, Rita Maestre, la ministra de Sanidad y líder regional del partido, Mónica García, y la coportavoz de la formación, Manuela Bergerot, han comparecido una semana después de haber conocido la denuncia anónima —publicada en X por la periodista y escritora Cristina Fallarás— que desató el vendaval político; un tiempo en el que han estudiado al detalle la rueda de prensa y el mensaje que debían trasladar a la opinión pública.
El partido no quería empañar las explicaciones públicas de este lunes con acusaciones o críticas internas, y han optado por decretar máximo sigilo a la hora de hablar con cualquier medio de comunicación.