Desde Madrid se había entregado el Balón de Oro antes de tiempo. Vinícius Jr. lo tenía todo listo para su gran noche, pero le arrebató el protagonismo un inmenso Rodri Hernández que destaca, precisamente, por hacer su gran trabajo en la sombra. En esta edición del galardón, la número 68, la cuarta consecutiva en el Théatre du Châtelet de París, se aseguró de antemano un máximo hermetismo en cuanto a la votación.

Fuente