1. “No podemos quedarnos a medias”
  2. Miedo a las represalias por dejar de pagar
  3. No habrá juzgados ni policías suficientes
Acampada por la vivienda en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia (Foto: Rober Solsona / Europa Press).

La vivienda se ha colocado como uno de los principales problemas que preocupan a los españoles, y es un asunto que empieza a marcar la agenda de los partidos políticos, especialmente de los que integran el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, PSOE y Sumar.

Miles de personas se manifestaron en Madrid el 13 de octubre para reclamar medidas que pongan freno a la escalada de precios de los alquileres. Seis días después hubo una manifestación similar en Valencia, que derivó en una pequeña acampada de protesta en la Plaza del Ayuntamiento de la capital valenciana, en un intento de emular el Movimiento 15-M. La acampada ya ha sido disuelta.

El Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid lanzó la idea de que las personas que viven de alquiler inicien una huelga masiva y dejen de pagar las rentas a los caseros, como medida de presión para intentar bajar los alquileres.

Ese colectivo -que plantó este martes a Pedro Sánchez, quien les había convocado a una reunión en La Moncloa- ha empezado a crear grupos territoriales para preparar la huelga y tratar de que se extienda.

Confidencial Digital fue testigo del desarrollo de una asamblea celebrada hace unos días en un parque de Madrid y en la que participaron activistas y otras personas que apoyan esta huelga de alquileres.

Se trataba de una reunión de varias decenas de personas, en la que cualquiera podía pedir la palabra para coger un micrófono junto a un altavoz y hacer propuestas y lanzar ideas.

ECD pudo recoger algunas consignas y mensajes que se lanzaron en esa asamblea del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid.

“No podemos quedarnos a medias, tiene que ser algo serio”, fue una idea en la que se insistió.

Los primeros impulsores de la huelga plantearon que la protesta consista en dejar de pagar el 60% de la renta, que calculan que es lo que han subido los alquileres, de media, en los últimos diez años.

Por eso, algunos participantes en la asamblea coincidieron en que todos los que se adhieran a la huelga de alquileres deben de seguir la consigna que finalmente se establezca, para que todos planteen la misma exigencia, el mismo acto de “desobediencia” frente a los caseros, y no se termine descafeinando en un movimiento mucho menos contundente.

Miedo a las represalias por dejar de pagar

Es normal que tengamos miedo a sufrir represalias dentro de unos años”, afirmó uno de los participantes más activos en la asamblea.

Expresó así el temor que muchos inquilinos que simpatizan con la idea de la huelga pueden tener si dejan de pagar las cuotas mensuales: por ejemplo, que entren en listas negras que les veten el acceso en el futuro a otras viviendas en alquiler.

La advertencia que algunos jueces y expertos están trasladando a quienes están decididos a secundar una huelga de alquileres es que los inquilinos que dejen de pagar, acabarán siendo desahuciados y además arrastrarán una deuda abultada por todas las mensualidades impagadas.

Por eso, en esa asamblea celebrada en Madrid hace unos días se escucharon mensajes que trataban de desactivar los miedos que pueden pesar en algunas personas que estén indecisas sobre si adherirse a la huelga.

No habrá juzgados ni policías suficientes

“Vamos a colapsar los juzgados”, aventuró uno de los participantes; es decir, que la catarata de impagos que pretenden conseguir provocará tal cantidad de litigios de los propietarios para echar de las viviendas a los inquilinos, que atascará por completo el funcionamiento de la administración de justicia y no se podrán ejecutar los desahucios.

A eso añadieron otra idea, de nuevo fantaseando con que sean miles, incluso millones las personas que dejen de pagar parte o todo el alquiler: “No hay maderos para sacarnos a todos de casa”, o lo que es lo mismo, si este movimiento logra ser masivo, los intentos de desahucios por alquileres no pagados se dispararán de tal modo que no habrá suficientes agentes antidisturbios de las Fuerzas de Seguridad para evitar las protestas que los activistas por la vivienda y contra los desahucios realizan en algunos lanzamientos para intentar impedir que los inquilinos sean desalojados.

Manifestación en Madrid para protestar contra los altos precios de los alquileres (Foto: Jesús Hellín / Europa Press).
Manifestación en Madrid para protestar contra los altos precios de los alquileres (Foto: Jesús Hellín / Europa Press).

 

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