El viaje que Pedro Sánchez ha iniciado este lunes en la India tiene un foco eminentemente comercial. Más concretamente, en la industria de la Defensa. Y no ha arrancado mal. Según fuentes de Moncloa, la Fuerza Aérea India está interesada en encargar a la española Airbus otros cien aviones de transporte militar. Como los 56 C295, de los cuales 16 se fabrican en la planta de Sevilla y uno ya ha sido entregado. Otros 46 se ensamblarán en Vadodara. De consumarse el interés del Gobierno indio por estas adquisiciones, casi se triplicaría el contrato licitado en 2021, que ya de por sí es el mayor contrato de la historia de Airbus en su división militar, en colaboración con la india TATA. Precisamente, el jefe del Ejecutivo ha inaugurado esta planta en Vadodara junto al primer ministro Narendra Modi.
No es casual que el jefe del Ejecutivo, que viaja acompañado de su mujer Begoña Gómez, haya puesto en valor el peso de España en el ámbito de la Defensa y las “capacidades” de esta industria, pues una de las principales carpetas que lleva bajo brazo tiene que ver con arrancar un contrato millonario para Navantia. La Armada india busca adquirir seis nuevos submarinos que podrían llegar a un importe de 6.000 millones de euros y la empresa pública española pugna con la alemana ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS). En principio, la licitación está prevista para el próximo mes de enero, aunque fuentes conocedoras no descartan que pueda retrasarse por el tipo de contrato. Fuentes del Ejecutivo destacan la importancia de penetrar en cuestiones de Defensa en India, tanto comerciales como para situarse en el mapa geoestratégico.
La importancia que el ejecutivo de Modi le concede a este proyecto “made in India” para los aviones C295 ha quedado patente en los fastos de la inauguración. Con más de 1.000 invitados y una recepción con un “recorrido de honor” del presidente del Gobierno y el primer ministro indio por una avenida de Vadodara. Las calles de la ciudad, de donde es originario Modi, también dejaron constancia de la visita con cartelería, además de la inserción de publicidad institucional en los grandes periódicos del país, como ‘Times of India’.
El Gobierno intenta activar todos los resortes diplomáticos para hacerse con el contrato de la construcción de submarinos, una tarea que tampoco ha dejado de lado el canciller alemán Olaf Scholz. El líder socialdemócrata de Alemania estuvo el pasado viernes en Nueva Delhi, donde mantuvo una reunión con Modi, quien destacó los crecientes lazos entre ambos países en materia de Defensa.
Hoy será el turno de Sánchez, quien tras la inauguración de la planta ha acudido al palacio Lakshmi Village para mantener un encuentro bilateral con el primer ministro indio y, posteriormente, celebrar un almuerzo con un reducido grupo de empresarios españoles, entre ellos el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez. La impresión es que el gobierno indio está a punto de tomar una decisión y se quieren explotar todos los recursos al alcance para conseguirlo.
El espejo de Airbus
Una de las bazas de Sánchez para intentar decantar la balanza a favor de Navantia tiene que ver con el respaldo del Ejecutivo al más alto nivel, no solo desde el punto de vista técnico, sino político. Una garantía que se mira en el espejo del importante contrato con Airbus para la fabricación de los aviones españoles de transporte militar.
Más allá de este contrato, el Gobierno español busca relanzar las relaciones comerciales en diferentes ámbitos con el que ya es el primer país del mundo en población, la quinta potencia económica y con un ritmo de crecimiento que según los estudios de diversos organismos podría situarse en 2030 como la tercera economía mundial, por detrás de Estados Unidos y China.
Primera visita de Sánchez
El presidente del Gobierno se trasladará esta tarde a Bombay, capital económica, con una agenda igualmente con un fuerte componente comercial, donde además de participar en foros empresariales almorzará con el gobernador del Estado y visitará los estudios de Bollywood. El Gobierno busca posicionar a España como ‘hub’ audiovisual internacional y para atraer inversiones se producirán reuniones con productores de esta industria.
El viaje de Sánchez a la India es el primero que realiza desde que llegó a Moncloa. La última visita de un presidente del Gobierno de España a este país se produjo en 2006, mientras que Modi visitó Madrid hace siete años. Más allá de la pugna por el contrato de Navantia, el Gobierno tiene un especial interés en posicionar las relaciones comerciales a la altura de lo que supone un país como India.