Ferit y Seyran estaban a punto de jugar su futuro en una partida de pádel cuando, de repente, un joven se le ha acercado con una actitud desafiante.
Con desdén, lo ha insultado, llamándolo mujeriego y advirtiéndole que no permitirá que intente ligar con su novia.
Ferit, atónito por la situación, ha decidido no dejarse intimidar y le ha respondido que si tiene un problema con él, lo solucionen de una manera más directa. Los dos han acordado encontrarse en el aparcamiento del gimnasio.
Al llegar al lugar, Ferit se ha sentido seguro de sí mismo, pero pronto se ha dado cuenta de que el joven no estaba solo: varios de sus amigos han aparecido de la nada, listos para pegarle una paliza.
En ese instante, el marido de Seyran se ha visto acorralado. Sin embargo, como si fuera su ángel guardián, Fuat ha aparecido de repente y Ferit ha sentido que la situación empezaba a cambiar. Juntos, han decidido enfrentarse al grupo de chicos.
Recordando viejos tiempos, los hermanos han unido fuerzas y han salido victoriosos. ¡Menudo momentazo!
