Una niña asfixiada por su propia madre. Una mujer acusada por la opinión pública de un asesinato que no cometió. Un padre capaz de matar a sus dos hijos y simular que los había perdido en un parque. La realidad supera demasiadas veces la ficción.
Y eso lo demuestran los «true crimen», crímenes reales, que hemos rescatado esta noche. Muertes de personas inocentes, algunos de ellos, niños, como el caso de Ruth y José Bretón. Tenían 6 y 2 años cuando su padre los mató en Córdoba y quemó sus cuerpos en una finca familiar. Después intentó hacer creer a la policía que los había perdido en el parque.
O el caso del niño de Almería, Gabriel Cruz, asesinado en 2018 por la pareja de su padre, Ana Julia Quezada. El pequeño tenía sólo 8 años. La madre de Gabriel, Patricia, denunciaba en el Senado que la asesina de su hijo pretendía participar en un documental sobre el crimen.
CRÍMENES REALES EN LA PEQUEÑA PANTALLA
Casos que ocuparon las portadas de todos los periódicos y que parecen historias sacadas de una película de terror. Pero nada más lejos de la realidad. Son asesinatos reales. Como lo son sus víctimas. Víctimas como Gabriel, José, Ruth o Asunta.
Y además del horror, todos tienen algo en común. Todos esos crímenes han sido llevados a la pantalla. Es el género audiovisual “True crimen”, “Crímenes reales”.
EL PRECURSOR, TRUMAN CAPOTE
En “La Noche de Adolfo Arjona”, Victoria Pascual, nos cuenta los orígenes de este género audiovisual, “un género que narra crímenes reales. Lo que hace es representar los hechos tal y como ocurrieron”.
Según Victoria Pascual, no estamos ante un género nuevo. “Lo situamos en la literatura del siglo XIX. Aunque es en el siglo XX cuando explosiona allá por los años 60 con la obra A sangre fría de Truman Capote, un éxito de ventas que cuenta el asesinato de una familia norteamericana».
La criminóloga y autora de libros como “Asesinas: Por qué matan las mujeres”, nos cuenta que a la hora de elegir los casos, es clave que estén de actualidad, y que haya bastante material audiovisual.
El true crimen es un buen negocio para las productoras
Criminóloga y autora de libros como “Asesinas: Por qué matan las mujeres”
Y reconoce que “para las productoras es un buen negocio. Porque el ser humano tiene una curiosidad muy elevada por los actos delictivos.”
En este género audiovisual, aparece también el trabajo de la policía. Según nos cuenta Victoria Pascual, siempre “hay distorsiones respecto a la realidad. Los tempos son muy distintos al caso y a la investigación. Son mucho más dilatados que los que vemos en la pantalla”.
«LA MIRADA DEL DIABLO»
Uno de los crímenes reales llevados a la pequeña pantalla es el caso de José Bretón. El 8 de octubre de 2011, José Bretón llamaba a la policía para denunciar la desaparición de sus hijos en un parque de Córdoba. Pero el padre de los niños mentía. Aquella tarde había recogido a los pequeños y los había dormido suministrándoles Orfidal. Se dirigió a la finca familiar, y allí quemó sus cuerpos. Las cámaras de seguridad confirmaron que había llegado al parque solo. Sin sus hijos.
El 12 de julio de 2013, el jurado lo consideraba culpable de la muerte de sus dos hijos. En estos momentos, el parricida cumple prisión. Y su historia ha sido llevada a la televisión con la serie “Bretón: la mirada del diablo”.
Ruth Ortiz, la madre de los pequeños, ha contado a Adolfo Arjona lo que le viene a la cabeza cuando piensa en la desaparición de sus hijos: “Recuerdo el momento en el que me llamó la policía. Supe que les había hecho algo”
LA ENTEREZA DE UNA MADRE
Era un 8 de octubre de 2011. A pesar del tiempo, hay días que parece que todo ocurrió ayer. “Hay días que parece que fue ayer, son días malos en los que te asaltan los recuerdos. Otros días son algo más llevaderos y lo ves como algo más lejano”.
Ruth reconoce que no es fácil levantarse por las mañanas. Pero es muy fuerte. Y por ella y por sus hijos nos cuenta: “Tengo mi vida medio encarrilada. Intento encontrar todos los días pequeñas ilusiones, pequeñas metas que me ayudan a sobrellevar y luchar en el día a día por seguir adelante.”
Me he perdonado a mí misma porque de lo contrario, no podría seguir adelante
Madre de los pequeños Ruth y José, asesinados por su padre
Reconoce que se ha culpado de lo que ocurrió. “Es inevitable. Yo diría que en una escala de 0 a 10, mi sentimiento de culpa no era muy alto porque he trabajado mucho el que yo no cometí esos actos. Como no los cometí, no soy la culpable.” Y sabe que “quien quiere hacer algo así, encuentra el momento”.
Se ha perdonado a mí misma. “ Si no, era imposible salir adelante”. Al asesino no lo ha perdonado. “Perdonar, no. No se puede perdonar algo así. Intento trabajar el odio hacia esa persona porque no voy a conseguir nada, y me repercute a mí negativamente”. Sí siente indiferencia hacia el padre de sus hijos. Y vive con una esperanza: «enterarme un día que el asesino ya no está en este mundo”.
CASO ASUNTA: UNOS PADRES CULPABLES DE ASESINATO
Otro de los crímenes que conmocionó a la sociedad y que años más tarde han llevado a la pequeña pantalla es el crimen de Asunta. En la madrugada del 22 de septiembre de 2013, dos hombres que paseaban se encontraron con el cuerpo de una niña, Asunta Basterra, en una cuneta del municipio coruñés de Teo. Dos días más tarde, su madre fue detenida, y al siguiente su padre. El “Caso Asunta” se convertía en un documental en 2024.
La periodista Cruz Morcillo le ha contado a Adolfo Arjona cómo la frialdad de Rosario Porto llamó mucho la atención. “De hecho, durante uno de los registros en la casa familiar de Rosario Porto , las cámaras captaron a una Rosario sonriente. No es esa la actitud de una madre que acababa de perder a su hija”.
lA FRIALDAD DE ROSARIO PORTO
Por su parte, el psiquiatra forense José Cabrera, se ha mostrado muy duro con los padres de Asunta. Asegura que adoptaron a la niña “como quien adopta a un gatito. Pero Asunta creció y se convirtió en algo molesto para sus padres”.
El desenlace nos conmocionó a todos. Unos padres mataban a su hija adoptada a sangre fría. Los dos fueron enviados a prisión. La madre, Rosario Porto, se quitaba la vida en prisión el 18 de noviembre de 2020 tras dos intentos de suicidio. Siempre mantuvo su inocencia. El padre de Asunta, Alfonso Basterra, sigue en la cárcel por la muerte de la niña. Deberá cumplir condena hasta 2031 en la prisión gallega de Teixeiro.
DOLORES VÁZQUEZ: LA CONDENA DEL TELEDIARIO
Otro caso que ocupó minutos de telediario y llevado a la pantalla en un documental fue la muerte de Rocío Wanninkof, asesinada en la localidad malagueña de Mijas.
Tras la muerte de Rocío, la pareja de su madre, Dolores Vázquez, fue acusada y cumplió prisión por la muerte de la joven. Pero el caso dio un vuelco cuando otra joven, Sonia Carabantes, era asesinada. El resultado de la investigación fue contundente: “el asesino de Sonia era el mismo que había matado a Rocío”. Esto permitió excarcelar a la que se presumía su autora, Dolores Vázquez, condenada por error a 20 años de prisión.
Ahora el documental “Dolores: La Verdad Sobre El Caso Wanninkof”, retrata el caso. La productora de este documental, Toñi Moreno, le ha contado a Adolfo Arjona que la sociedad fue muy injusta con Dolores. “Y también lo fuimos los medios. La acusamos de culpable simplemente porque era lesbiana y no era muy agraciada físicamente”. Por eso, Toñi Moreno asegura que esta mujer merece un perdón y una indemnización por todo el daño que ha sufrido.
Por el momento, Dolores Vázquez sigue cumpliendo la condena del telediario. Esa que pesa toda la vida a pesar de ser inocente.