¿Cómo es posible fabricar aceitunas rellenas de anchoa en un lugar en el que ni hay aceitunas ni hay anchoas? Pues justo eso es lo que se le ocurrió en 1926 a Cándido Miró, un emprendedor del municipio alicantino de Alcoy que en aquel entonces poco podía imaginar que el negocio que montó para elaborar de manera mecanizada el aperitivo que se preparaba manualmente en los bares de la ciudad iba a convertirse con los años en un imperio de dimensión internacional. Porque eso es lo que es hoy en día la empresa Cándido Miró-Serpis, más conocida como Aceitunas Serpis, que, con una facturación de 54 millones y presencia en 30 países, persigue potenciar aún más su posicionamiento en Europa, América y Asia a través de un ambicioso plan de expansión propiciado por la entrada de Miura Partners como accionista mayoritario.
Todo comenzó en la céntrica calle de la Sardina de Alcoy, lugar en el que Cándido Miró diseñó y puso en marcha una máquina que le permitió industrializar el proceso de elaboración de las aceitunas rellenas de anchoa, una tarea que hasta ese momento se llevaba a cabo de forma muy laboriosa y lenta en los bares. De esta manera se convirtió en el primero en comercializar a gran escala este aperitivo.
Etapas decisivas
Así lo recuerda Estrella Cantó, bisnieta de Cándido Miró y actual directora general de la firma, quien señala que fue en 1930 cuando se creó la marca El Serpis, tomando el nombre del río que discurre por la ciudad. Fue un hito importante, que ya posibilitó en los años 40 la distribución por toda España. Después, a partir de 1970, inició su expansión internacional hacia países como México, donde hoy es líder en el sector de las aceitunas.
Otra etapa decisiva para la firma se inició en la década de los 2000, con una segunda fase de expansión en los mercados internacionales. En esa dinámica resultó decisiva la construcción de una nueva fábrica en el propio Alcoy, inaugurada en 2007, lo que posibilitó, además, un importante incremento de la capacidad de producción, así como una notable diversificación de la oferta. De hecho, actualmente la compañía ofrece más de 2.000 referencias de productos y formatos diferentes, con la finalidad de adaptarse a los diferentes gustos y momentos de consumo de los clientes.
Las más populares son las aceitunas rellenas de anchoa en sus diferentes variedades, como las bajas en sal y las gran selección. También hay otras gamas innovadoras, caso de los rellenos naturales y las denominadas let’s go, aceitunas que se envasan sin líquido para disfrutarlas en cualquier lugar. Estas líneas, subraya Estrella Cantó, «responden a las tendencias actuales de salud, conveniencia y sostenibilidad, destacando por su calidad y frescura, lo que nos posiciona como líderes no solo en España, sino también en mercados internacionales».
16.000 metros cuadrados
Para que todo eso sea posible, las instalaciones de la compañía superan los 16.000 metros cuadrados de superficie, estando equipadas con tecnología de vanguardia en materia de investigación, producción, almacenaje y embalaje. Así, se manejan hasta 50.000 kilos diarios distribuidos en siete líneas de producción, contándose, además, con una sala especializada para elaborar pastas de relleno adaptadas a las demandas del cliente. Aparte de las más tradicionales, como las de anchoa y pimiento, también hay otras más innovadoras, como las de jamón serrano, queso azul y chili. La formación de alianzas estratégicas también ha jugado un papel vital en la trayectoria de Serpis, como una colaboración con Tabasco que les permite comercializar en México una gama única en el mercado.
La firma, por otro lado, precisa de un gran volumen de materia prima. Empezando por las anchoas, procedentes del Cantábrico, y siguiendo por las aceitunas, 12 toneladas el año pasado, para lo cual disponen de unos almacenes en Sevilla. En unos años, además, que están siendo complicados, debido al descenso de las cosechas por el cambio climático y al consiguiente incremento de precios.
En términos de ventas, la firma ha experimentado un crecimiento sostenido, con un incremento medio del 8% anual durante la última década, hasta alcanzar en 2023 una facturación récord de 54 millones. En la actualidad exporta el 40% de la producción a más de 30 países, consolidando su posición de liderazgo en España, México y América Latina. Asimismo, cuenta con una plantilla estable formada por un centenar de personas.
Pese a todo lo obtenido, la intención de la empresa es la de seguir creciendo y expandir aún más la marca, motivo por el que el año pasado se asoció con el fondo de capital privado Miura Partners, que en la actualidad es el accionista mayoritario. «Hoy todos los mercados se están globalizando, y para competir y emprender proyectos estratégicos hace falta más pulmón. De ahí que decidiésemos asociarnos con Miura Partners, que nos va a permitir emprender iniciativas más que interesantes», subraya Cantó.
Un acuerdo, añade, que viene avalado por la trayectoria del nuevo socio mayoritario, del que dice que «en ningún caso apuesta por la especulación, sino por el crecimiento y la continuidad de la empresa. Además, ha confiado en la familia fundadora, en este caso en la cuarta generación, para seguir dirigiendo la empresa».
Apuesta por la sostenibilidad
Dentro de esta estrategia, y tras culminar 2023 con cifras récord, el pasado junio se procedió a la adquisición de las marcas Ibérica y Maestro de Oliva, especializadas en la distribución de aceitunas, aceites y encurtidos. «Estas compras fortalecen nuestro proceso de internacionalización, mejorando nuestra posición en Europa y Asia-Pacífico, y consolidando nuestra presencia en América», destaca.
Todo ello en un contexto en el que la empresa también está llevado a cabo una decidida apuesta por la sostenibilidad, con la instalación de 761 paneles solares que permiten autoabastecer el 30% del consumo de energía de la fábrica, y habiendo logrado que más del 75% de las unidades de envasado sean reciclables gracias al uso de vidrio. Asimismo, está en marcha un proyecto para reducir el uso del plástico en los procesos de embalaje y su sustitución por cartón reciclado.
La directora es muy optimista cara al futuro y subraya que el plan estratégico «impulsará aún más el crecimiento en los próximos años a través de la innovación, el fortalecimiento de la marca y la expansión internacional». De hecho, las previsiones de la compañía para 2024 pasan por alcanzar una facturación cercana a 70 millones.