Al FC Barcelona de Hansi Flick poco menos le dijeron que si quería entrar en el Bernabéu tenía que dejar fuera su táctica suicida. Lo que algunos consideraban como un desacato a la autoridad y que se convirtió en un arma arrojadiza fundamental para tumbar al Real Madrid en el Bernabéu. Ancelotti dijo que nada ni nadie le quitaba el sueño, pero esta semana tendrá pesadillas con los fueras de juego. Hasta en 12 cayó el conjunto blanco, con Mbappé a la cabeza de las infracciones (8). La trampa azulgrana funcionó a las mil maravillas para retratar a un equipo que ni siquiera fue capaz de imponerse en lo físico.
Mbappé, el que más cae en fuera de juego de Europa
Carletto no lo quiso ver. Buscó todas las estadísticas y sensaciones contradictorias que le dejó el clásico para abrazarse y pasar la noche. La primera aciaga en 42 partidos en Liga, la marca imperial que hizo añicos en ‘Dream Teen’ del Barça en una jornada que tardarán en olvidar. «Se sabía que utilizaban esta línea alta y por poco lo hemos aprovechado. A veces, Mbappé ha caído en fuera de juego, pero es lo normal. Ha tenido tres o cuatro oportunidades en las que ha podido marcar», le protegió el italiano. Pero la estadística es tozuda: el francés es el futbolista de las grandes ligas que más veces ha caído en fuera de juego (17) esta temporada.
En dos ocasiones llevó la ilegalidad hasta dos goles. El primero, a la media hora, cuando recibió un pase de Lucas Vázquez. Iñigo Martínez, en un ejercicio de inteligencia táctica, dejó medio cuerpo por detrás para exponer a Mbappé. El francés celebró el gol antes de tiempo y el gesto de la ‘picadita’ fue utilizado en su contra por Raphinha en la guinda del 0-4. El tanto necesitó la revisión del VAR para Sánchez Martínez, quien supo controlar la dificultad de un encuentro de este nivel. La tecnología ha vuelto a los linieres convidados de piedra incapaces de ir por delante de las decisiones que se orientan desde Las Rozas.
Mucho más claro fue el tanto anulado a Mbappé con el 0-2 en el marcador. El francés recibió en claro fuera de juego para después definir con un tiro cruzado ante Iñaki Peña, quien se engrandeció en un examen de altura al que acudía con todas las sospechas. «El Barça ha tirado 65 veces. Hemos caído 12 veces en fuera de juego y también hemos tenido cuatro oportunidades mano a mano con el portero. Era lo normal en ambos sentidos. Desafortunadamente, no hemos marcado», justificó Carletto. Los ‘órsay’ se trabajan, tanto en fase ofensiva como defensiva, tal y como evidenció el Barça de Flick.
La falta de solidaridad defensiva del Real Madrid
El Real Madrid encontró espacios, sin embargo, no fue capaz de generarlos, como sí hizo el Barça en el primer gol, gracias a un pase de Casadó que rompió tres líneas. Nombre por nombre, los onces de ambos equipos en el clásico seguramente dejarían un balance favorable al equipo que tiene una plantilla más valorada. Pero mientras que los azulgranas fueron un ejemplo de solidez y solidaridad, el vigente campeón de Europa destacó por todo lo contrario.
Mendy se quedó enganchado en el 0-1, Rüdiger y Militao dejaron rematar solo a Lewandowski en el segundo tanto; en el tercero también persiguieron a una sombra llamada Lamine Yamal y en el cuarto Lucas Vázquez, como frente al Bayern, quedó en evidencia. Los repuestos del Real Madrid no funcionan y Ancelotti ya ha deslizado en privado que necesita al menos dos fichajes en el mercado de invierno, aunque en público siga con el mensaje corporativista de siempre.
Los secundarios de garantías han desaparecido. No hay un central que pueda hacerle la competencia a los dos titulares, después de la salida de Nacho a Arabia Saudí. En general, la defensa del Real Madrid está esquilmada. Solo Fran García ha plantado cierta batalla a un Mendy crepuscular. La viudez que ha dejado Kroos en el centro del campo es irremplazable y se agrava al ver la dispersión de Bellingham, quien en banda es como si estuviese buscando un sitio para aparcar. Y, a pesar de toda la pólvora, Carletto echa de menos tener un delantero centro como Joselu.
Ancelotti: «No vamos a estar lejos de la pasada temporada»
Para Ancelotti, el 0-4 «no reflejó lo que pasó en el campo, porque pudimos adelantarnos en el marcador». Demasiados supuestos para un equipo que no fue capaz de rebelarse ante el destino que le impuso el FC Barcelona. Pensar en circunstancias puntuales como atenuantes es cargar contra el propio tejado del Real Madrid que ha construido muchas de sus gestas entre las buenas paradas de Lunin y la resolución ofensiva de un elegido. En los últimos tiempos, este papel ha recaído en Vinicius, que acabó encharcado en su banda después de la exhibición frente al Borussia Dortmund.
El brasileño utilizará el Balón de Oro como terapia después de un encuentro en el que solo superó a Koundé en un par de ocasiones. Se enzarzó con Gavi cuando el encuentro moría y reclamó de modo insistente a Sánchez Martínez sus decisiones, aun a riesgo de jugarse la expulsión. Esto tiene que ver con la actitud, lo que más echa de menos Ancelotti de los suyos, a los que ve como un termómetro de mercurio a punto de romperse. El problema inicial con el que partía el Real Madrid esta temporada era la ordenación de los egos. Después de la derrota frente al Barça, ni un solo jugador blanco dio la cara en zona mixta.ta
«Me ha preocupado la derrota, pero tenemos que levantarnos. Seguir compitiendo y luchando como lo hemos hecho en la pasada temporada. Tras un 0-4 contra el Barça en 2022 ganamos LaLiga y Champions. No vamos a estar lejos de la pasada campaña», adelantó Ancelotti. Un carpetazo para frenar el topetazo que ha convertido, si no era evidente ya, al equipo de Flick en candidato a todo. Una condición que fue una obligación de partida del Real Madrid, el aspirante a los siete títulos. Carletto fue lo que se temía de su rival. Un suicida al que la línea azulgrana, adelantada hasta la frontera, dejó sin cuello. Por suerte para él, tenía protección, la que le da un expediente ingente y el tiempo que resta para un curso que no es incorregible.