Ni reuniones, ni conversiones. Pedro Sánchez ha asegurado tras publicarse una foto suya con el comisionista de la trama Koldo ahora en prisión, Víctor Aldama, que «no me he cruzado una palabra con ese señor». Simplemente una foto más de las «miles» que le piden y que accede siempre a hacerse. Más todavía en mítines, como sería el caso de la fotografía publicada por el diario El Mundo, realizada en un acto de partido en el 2019 para presentar la candidatura a la alcaldía de Pepu Hernández. En conversación informal con los periodistas que lo acompañan a su viaje a la India, donde se reunirá este lunes con el primer ministro Nerendra Modi, Sánchez ha restado impacto a la fotografía, en plena investigación por el caso Koldo y a las puertas de la imputación del exministro José Luis Ábalos, porque no puede hacerse cargo de todas las personas con las que se hace fotografías.
La foto con el nexo de la trama Koldo es para el PP la prueba de que sí existiría un vínculo entre ambos, después de que el pasado miércoles Sánchez no respondiera a la prensa sobre la pregunta de sí conocía a Aldama. «No puede negar la evidencia», concluyen desde Génova, donde entienden que la fotografía es una prueba gráfica de su relación. Frente a ello, el jefe del Ejecutivo ha respondido al contrataataque para diferenciar entre una foto a petición que no demostraría una relación con la de Alberto Núñez Feijóo navegando junto al condenado por narcotráfico Marcial Dorado. «Uno no elige con quien se hace una foto, sino con quien se va de vacaciones», arremetió.
Sánchez se ha mostrado tranquilo tras la publicación de la fotografía e, incluso, lo ha hecho notar bromeando con que nadie le pidiese posar juntos para una instantánea. Para el jefe del Ejecutivo, la reacción del PP a su fotografía con elcomisionista de la trama Koldo tendría que ver con que no tienen nada para intentar involucrarlo en este caso de corrupción que ha azotado al Gobierno. En este sentido ha acusado a la «derecha política y mediática» de estar «desesperada por intentar vincularme» con el comisionista de la trama.
El presidente del Gobierno también ha defendido el rescate de Air Europa durante la pandemia, en el que según el informe de la UCO de la Guardia Civil influyó Aldama valiéndose de su relación con Ábalos. Según Sánchez, la decisión se tomó por «interés general» y no tendría objeciones desde el punto de vista «formal». Sobre esto último recordó que el Tribunal de Justicia de la UE solo declaró legales los rescates realizados por los gobiernos español e italiano.
«Son préstamos [con intereses] que se están devolviendo», ha indicado para recalcar que de no haberse llevado a cabo España sería el único país del mundo que no ayudase a una aerolínea un momento de dificultades por los efectos de la pandemia. En el Ejecutivo defienden así que «todo se hizo de manera impoluta» y alejan cualquier sospecha que el juez Ismael Serrado también ha evitado elevar al Supremo, en línea con el criterio de la fiscalía Anticorrupción.
Cortafuegos en Ábalos
En Moncloa vienen insistiendo en desvincular el cese de Ábalos como ministros en julio de 2021, dentro de una renovación más amplia del Ejecutivo, con tener alguna sobre de sospecha sobre sus relaciones la trama. El propio Sánchez lo ha manifestado en varias ocasiones y así lo ha vuelto a reiterar para poner en valor que en su caso el Gobierno ha actuado con determinación tras conocerse las investigaciones hace ocho meses.
El Ejecutivo quiere poner el foco en el diferente modo de actuar frente a la corrupción de socialistas y populares. «Si se ampara o se actúa», ha contrapuesto Sánchez. Tras ello ha recordado que el PSOE actuó de forma inmediata abriéndole expediente de expulsión del partido y pidiéndole el acta de diputado, «incluso poniendo en riesgo las mayorías» parlamentarias para sacar adelante las votaciones en el Congreso.
«Si hubiera otra derivada se actuaría»
Nada más lejos de cómo habría actuado el PP con sus casos de corrupción, tanto en el pasado como en el presente, según Sánchez. Apuntando una vez contra Isabel Díaz Ayuso, el presidente del Gobierno ha acusado al PP de haber caído en una línea de «defensa suicida» con la presidenta de la Comunidad de Madrid y por «amparar la corrupción». Los socialistas consideran que se habría beneficiado indirectamente de los supuestos delitos fiscales de su pareja.
El cortafuegos se mantiene en el que fue ministro y secretario de Organización del PSOE, a pesar de que las investigaciones todavía en marcha tienen pendiente el volcado de terminales móviles. Un extremo que dicen no temer en el Gobierno y niegan la posibilidad de que salga a la luz material que pueda comprometer al presidente. Con todo, el propio Sánchez ha avanzado que «si hubiera otra derivada se actuaría», para remarcar que ahora se está en el terreno de las «suposiciones».