‘El Matador’ sigue siendo invencible. Todavía no ha nacido nadie en el planeta capaz de derribar a Ilia Topuria, nadie que pueda presumir de ser mejor que él en un octágono y de salir airoso de un encuentro con él. [Así vivimos la victoria de Topuria ante Holloway]

Tampoco lo consiguió Max Holloway. El estadounidense sucumbió al poderío del hispano-georgiano en el tercer asalto e hizo que todas sus palabras fanfarronas de la previa cayeran en saco roto.

Bajo la atenta mirada de Volkanovski, el último en perder ante Topuria, y con serios gestos de aprobación por parte del australiano, Topuria destrozó a Holloway. Nunca antes el norteamericano había sido noqueado, pero con ‘El Matador’ enfrente las cosas son siempre diferentes.

Topuria peleaba contra Holloway y también contra el horario de El Clásico. Ya había advertido de que, si fuera necesario, podría incluso noquear a Javier Tebas para no coincidir en horario con el Real Madrid-Barcelona, pero aunque hubiera muchas miradas divididas entre el fútbol y la UFC la concentración del hispano-georgiano no se resintió ni un ápice. 

Topuria comenzó a encadenar ya buenos golpes desde el inicio. Trató de llevar al suelo a Holloway, consciente de que buena parte del combate estaría ahí, y pronto su rival empezó a saber que ‘El Matador’ iba muy en serio. 

Consiguió aguantar el norteamericano el primer asalto las embestidas de Topuria, también sobrevivió al segundo, pero Ilia no estaba dispuesto a demorar más el combate. Topuria no quería estar ni un minuto más de lo debido en la jaula. Tenía toda la presión que se cierne sobre quien defiende el cinturón de campeón, pero no le pasó factura en absoluto.

‘El Matador’ acorraló a Holloway con sus golpes, hizo que el norteamericano empezara a dudar mientras retrocedía, y cuando quiso reponerse entonces voló el puño izquierdo sobre la mandíbula del estadounidense.

Holloway cayó al suelo, y en ese momento seguro que en su interior sabía que lo tenía todo perdido. Sin tiempo para la reacción, Topuria se abalanzó sobre él y soltó todo su repertorio, una lluvia de golpes ante la que Max Holloway no pudo hacer absolutamente nada. 

Unos segundos más tarde, todo se había terminado. Con Holloway en el suelo destrozado y totalmente rendido, Topuria ni siquiera alardeó en exceso para celebrar su victoria. Hizo una pequeña reverencia y se fue al centro del octágono para esperar a recibir su cinturón de campeón de vuelta.

Volkanovski, mientras tanto, aplaudía y hacía gestos de admiración ante lo que acababa de presenciar. Sergio Ramos, levantado y eufórico, sonreía al ver al hispano-georgiano levantar los brazos de nuevo en señal de victoria.

Topuria sigue siendo invencible. Su récord se estira ahora hasta el 16-0 y sigue siendo el campeón de peso pluma. La leyenda se agranda.



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