Agustín Millares Cantero es un historiador que ha centrado gran parte de sus investigaciones en ahondar en el republicanismo federal español durante la Segunda República y el caciquismo histórico. Ahora lanza el primer libro de su colección Siete de Siete, El asunto de Chiesanova (1868), que se centra en la historia de Lanzarote y en las contradicciones sociales, económicas y políticas de la época.
¿Cómo se le ocurrió la idea de la colección ‘Siete de Siete’?
Me di cuenta de que cada una de las islas tenía varios temas que vertebran muchos aspectos del pasado de cada una de ellas. Se convertían en una aglutinante de muchas contradicciones sociales, políticas, económicas, e hice un listado de cada una de las islas y fui seleccionando aquellos episodios o partidos políticos, etapas o personajes que pudieran simbolizar todo esto. Una fusión que condense las contradicciones de una determinada época. Mi objetivo es ofrecer una perspectiva inédita de estas cuestiones.
¿A qué se refiere cuándo habla de contradicciones?
El texto está orientado en una dimensión política. Pueden ser múltiples: desde que enfrentan a los partidos dominantes con la pequeña oposición existente, y sobre todo, las contradicciones internas entre los propios bloques de poder en cada una de las Islas. El caciquismo histórico. En el segundo título, que se refiere a Valverde, Martes de carnaval sangriento (1922), utilizo un episodio que fue un enfrentamiento entre dos parrandas, una liberal y otra conservadora, que provocó dos muertos y media decena de heridos, para que en torno a ese acontecimiento concreto se articulen todos los rifirrafes existentes entre clanes, que desde hacía muchos años se estaban dando en la Isla. Una larga tradición. Es un tema que ya planteé en mi libro sobre el asesinato de Leandro Fajardo, que se llama El cacique Fajardo asesinado (1886). Hablo de esas banderías a la greña en Lanzarote y planteo cómo estaban así por cuestiones que no eran ideológicas, sino que tenían que ver con intereses de facciones, de grupos concretos, muchas veces de índole familiar.
¿Puede poner otro ejemplo?
Otras veces las contradicciones las articulo en torno a determinados personajes. El libro de la Gomera, por ejemplo, va a estar dedicado al cacique Ciro Fragoso de Hermigua, el cacique gomero por antonomasia. Con ese nombre de emperador, parece que estaba llamado ya al dominio de todo el territorio. En torno a ese personaje se articulan una cantidad de retos y de tensiones en el periodo de la Restauración. En el libro de La Palma, planteo los enfrentamientos entre los carboneros y los cangrejos. Los carboneros eran los moderados y los cangrejos eran los progresistas. Llegaban a las manos, había derramamientos de sangre. Son aspectos de la historia canaria que no han sido revelados en toda su magnitud. Son esas las contradicciones que a mí me interesaba poner de manifiesto justamente con esta colección
¿Por qué ha decidido empezar por Lanzarote con el libro El asunto de Chiesanova?
La historia de Lanzarote me pareció muy peculiar, casi novelesca. Quise darle un toque literario, no sé si lo he conseguido. Es encontrarse de repente con que se produce la revolución de septiembre de 1868, se abre el Sexenio Revolucionario. Justamente el primer paso que da la Junta Superior de Gobierno de Lanzarote es deponer al capitán de puerto y ayudante de Marina de Arrecife, el alférez de navío Francisco Chiesanova Sánchez, quien había llegado a Lanzarote unos meses antes. Aquí se ve una trama de intereses. Hay toda una película que no quiero revelar al posible lector. Fueron dos meses de tensiones en Arrecife. Intentaron asaltar su casa, agredirle o eliminarlo físicamente. Me parecía un episodio espectacular que no se había investigado en absoluto. Conté con la ayuda inestimable del teniente coronel de Infantería de Marina, ya retirado, Valeriano Rey Martínez, exdirector del Museo Naval de Las Palmas. Él me auxilió bastante a buscar la documentación que me permitió sentar las bases de la hipótesis que yo estaba planteando. Los junteros publicaron manifiestos poniendo a Chiesanova a caer de un burro, como si fuera el típico sátrapa del gobierno anterior de Isabel II, un bárbaro y tirano explotador del pueblo. Todo eso era una invención. Palabrería y demagogia para ocultar todo lo que habían organizado de por medio. Encontramos a un marino de Cartagena que se enfrentó a toda una serie de caciques obteniendo el apoyo de muy pocos arrecifeños. Porque muy pocos se dieron cuenta de que era un tío honrado.
¿Qué papel tuvo el caciquismo en el Archipiélago?
El caciquismo histórico se fundamenta en la gran propiedad agraria en una sociedad rural como la canaria en el siglo XIX. La gran propiedad agraria determina ese poder caciquil. Ese bloque de poder se conforma a partir de la unión de grandes propietarios, muchos que vienen del Antiguo Régimen. Se mantiene durante todas las reformas liberales del siglo XIX, durante todos los procesos de desamortización, e incluso incrementa su potencial rústico. Ese bloque de poder se conforma por la alianza de los nuevos propietarios, de la nueva burguesía compradora auspiciada tras las desamortizaciones. También los grandes comerciantes. Por lo tanto, es la riqueza la que determina esa situación de dominación caciquista. Digo esto porque se ha planteado una corriente historiográfica en España donde quieren romper este esquema que tachan de marxista, de un seguidor de Manuel Tuñón de Lara, que no tiene apoyo empírico. Yo lo he mostrado en Canarias con datos en la mano, sumando hectáreas y azadas de agua, que es la gran propiedad la que está detrás de todo esto. En Fuerteventura estamos hablando de los herederos de los coroneles de la Oliva que llegaron a poseer a mediados del siglo XIX un 15% de la isla en manos de cuatro matrimonios. Tenían latifundios y tenían, sobre todo, multifundios. El caciquismo no es solo un sistema generalizado de fraude electoral, es un sistema de poder basado en la corrupción, el trapicheo o el tráfico de influencias. Ante una población analfabeta. Y Canarias era de las provincias más analfabetas de España.
¿Por qué se ha lanzado a hacer siete volúmenes que tratan este tema?
No he sido un investigador monocorte, no me he centrado en un solo tema. Mi investigación principal es sobre el republicanismo federal español durante la Segunda República, sobre la figura de Franchy Roca… He investigado sobre los motines o el sindicalismo. Otra de las cuestiones que me han interesado especialmente afectan al mal llamado «pleito insular», articulando como clave explicativa el centralismo interno que benefició a Santa Cruz de Tenerife, la capital de la provincia hasta la división de septiembre de 1927, centralismo que originó variados movimientos autonomistas. Por otro lado, uno de los temas capitales para mí ha sido el análisis del caciquismo y la gran propiedad territorial. Lo más satisfactorio al plantear esta colección es ver que estos temas no habían sido elaborados debidamente. O eran absolutamente ignorados. Descubrir estos aspectos inéditos de nuestra historia me ha resultado muy interesante. Hablar de Chiesanova, de la revolución del 68 en Canarias. Es revelador que este fenómeno de convulsión social no fuera contra los monárquicos o caciques. Vemos un enfrentamiento contra un marino honrado que se niega a aceptar los chanchullos de unos caciques, caciques que desde que llegó la revolución se hicieron liberales, porque antes por supuesto eran borbónicos, eran concejales moderados del Ayuntamiento. Y llega la situación supuestamente revolucionaria y siguen los mismos en la gobernación de la Isla. Es un hombre que pone al descubierto las podredumbres y corruptelas de la época. Me parece un fenómeno muy ilustrativo y por eso me entusiasmó esta historia.