El déficit de profesionales en el área de salud mental del Área Sanitaria Norte afecta también de manera directa a los colectivos sociales que trabajan para pacientes con diversas enfermedades, al igual que con sus familiares. Muchos de estos colectivos están viendo mermadas sus actividades porque tienen que emplear sus recursos en la contratación de profesionales que les garanticen atención a sus usuarios.
Lo cuenta Pilar Jurado, presidenta de la Asociación de Fibromialgia, que explica que «ante las listas de espera, daban cita para dos meses, decidimos contratar a un psicólogo para la asociación». Puntualiza que las sesiones en esta área «son fundamentales» para pacientes de fibromialgia porque «tienes que aceptar cómo va a ser tu vida, te aportan unas pautas que te ayudan a llevar la enfermedad y a actuar».
Recurrir a la privada
«La ayuda psicológica es fundamental para nosotros», defiende a la vez que denuncia que «personas de la asociación han tenido que recurrir a la sanidad privada, es penoso».
Esa misma sensación tiene Emilio Piedrahita, de la asociación de epilepsia, que denuncia esta enfermedad conduce, en muchos casos, a la depresión y «lo que está sucediendo nos lleva a una derivación a Córdoba o a buscarnos la vida por la vía privada».
