La resaca del clásico entre el Real Madrid y el Barcelona ha destapado varios casos de racismo en el Bernabéu. Lamine Yamal, campeón con España de la Eurocopa, fue el principal destinatario del odio xenófobo. «Vete a vender pañuelos a un semáforo» o «mena (menor extranjero no acompañado) de mierda», son algunos de los improperios que se escuchan en diferentes clips publicados en redes sociales.
El principal ataque se produce después del 0-3 anotado de Lamine Yamal, cuando el jugador azulgrana se va a celebrar al tanto a uno de los córners. La situación se repite en los siguientes saques de esquina, en los que está muy cerca uno de los árbitros asistentes de Sánchez Martínez. En el acta del colegiado murciano no se recoge ninguno de los incidentes que se produjeron en el campo de LaLiga, una competición en el punto de mira por los incidentes racistas que se han producido en varios campos.
Uno de los jugadores que más ha sufrido la acción de los intolerantes es Vinicius, quien este lunes recibirá en París el Balón de Oro. Los gritos de «puto negro» son perceptibles también en otros de los documentos que se han difundido en las últimas horas y que serán objeto de investigación. LaLiga actúa de oficio frente a este tipo de incidentes. El pasado jueves, la Policía Nacional detenía a cuatro supuestos aficionados del Atlético por lanzar una campaña de odio en redes sociales en la que animaban a proferir insultos racistas contra el brasileño en el derbi que se jugó en el Metropolitano.
El Real Madrid abre una investigación contra los racistas
Paradójicamente, la discriminación no discrimina, cuando se trata de extender el odio. Balde y Raphinha también escucharon insultos racistas. Igualmente, durante el encuentro se escucharon cánticos que podrían ser denunciados, como «Puta Barça, puta Cataluña», respondidos desde el reducido sector visitante del Bernabéu con epítetos similares. Cuando se han producido episodios de este tipo contra sus jugadores, el Real Madrid se ha mostrado muy taxativo al respecto. Ahora tiene la oportunidad de combatir el problema del racismo en su propio estadio.
La primera acción ha sido emitir un comunicado: «El Real Madrid condena de manera rotunda cualquier tipo de comportamiento que implique racismo, xenofobia o violencia en el fútbol y en el deporte, y lamenta profundamente los insultos que unos pocos aficionados profirieron anoche en uno de los córners del estadio». Además de la nota, el conjunto blanco se ha comprometido a abrir «una investigación a fin de localizar e identificar a los autores de estos lamentables y deleznables insultos, para poder adoptar las medidas disciplinarias y judiciales pertinentes».
“Ahora la gente denuncia y señala a quien lanza gritos de odio o racistas. Hace dos temporadas, eso no ocurría. El caso Vinicius fue un punto de inflexión”, defendía Javier Tebas, presidente de LaLiga, esta semana durante la firma del convenio de prevención y lucha contra los discursos de odio en el deporte con la ministra de Inclusión Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. El máximo mandatario de la competición es consciente del daño reputacional que supone acumular episodios como el vivido en el clásico, un partido con una audiencia potencial de 600 millones de espectadores.
Tebas ha abogado por reformar la normativa para que más delitos de odio lleven aparejada en su sanción el alejamiento de los estadios para los que los cometen. Sobre el partido que enfrentó al Real Madrid y Barcelona en el estadio Santiago Bernabéu, el presidente de LaLiga, decía lo siguiente. “Cualquier acto racista me preocupa en todos los partidos, no solo en el clásico. Me preocupa que haya muchos racistas, intolerantes o actores de violencia. Espero que no haya y sea un partido tolerante, como ha sido últimamente en muchos clásicos y como son la mayoría de partidos que tenemos en esta competición”.
Una larga lista de incidentes racistas en LaLiga
Desgraciadamente, los actos de xenofobia han vuelto a producirse en el contexto de un partido de LaLiga, que acumula incidentes contra Vinicius, Diakhaby o Nico Williams, por citar algunos nombres propios. La acción punitiva contra los xenófobos ha aumentado, a través de procesos judiciales y sanciones que van más allá de la relación de los infractores con los terrenos de juego. Cabe recordar que Mestalla fue clausurada de forma parcial durante tres partidos tras los incidentes racistas contra Vinicius.
El Valencia expulsó de por vida a tres seguidores que fueron identificados por el club y que después resultadon condenados a penas de ocho meses de prisión. «Aunque los insultos son un hecho tremendamente desagradable, es verdad que han servido para una toma de conciencia general en este sentido. Se ha dado relevancia a un problema que estaba sumergido«, explicaba a este diario Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, que lleva trabajando activamente desde 1991 para combatir el racismo y la violencia xenófoba en la sociedad.
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«Llevamos años reivindicando que se convoque el Observatorio de racismo, xenofobia, intolerancia y violencia en el deporte del que hacemos parte. Lleva diez años sin hacerse. También lo ha pedido reiteradamente el sindicato AFE y Aficiones Unidas. Tenemos legislación suficiente, pero no se está aplicando. Se necesita que este organismo funcione y lo haga de un modo independiente, como establece la ley«, reivindicaba Ibarra. Después de una exhibición futbolística, el ruido racista vuelve a torpedear y nublar lo que ocurre en un terreno de juego.