El racismo en el fútbol español es un problema que funciona como la dinamita. La mecha prende con lo que se vende como un cántico aislado, que termina por convertirse en un corifeo de infractores que diseminan su odio por todo el campo. Las denuncias del clásico tras la xenofobia sufrida por Lamine YamalBalde o Raphinha evidencian que la discriminación está lejos de ser aislada o concentrada en sectores ultra. «Vete a vender pañuelos en un semáforo» o «moro de mierda» son ejemplos de violencia verbal que se diseminaron por el Bernabéu durante la derrota del Real Madrid ante el Barça en el clásico por 0-4.

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