Las bases socialistas tendrán que actuar rápido. Más de lo previsto. Dispondrán de apenas cuatro días para leer la ponencia marco del 41º Congreso Federal que todavía está preparando la dirección del partido, pensar sus enmiendas, registrarlas, debatirlas y votarlas. Iban a ser diez, pero la ventana se ha estrechado mucho porque Ferraz no ha podido entregar a tiempo el documento, en la fecha prevista, que era este viernes, porque sigue «enriqueciéndolo» con aportaciones de distintos colectivos. El retraso de la cúpula ha hecho que el margen disponible para las agrupaciones locales para presentar propuestas sea menor. De diez a cuatro días. Bastante menos, en cualquier caso, que lo que ocurrió hace tres años, en el cónclave anterior, cuando sobre el papel eran 23 y al final fueron casi dos meses. En algunos territorios se escuchan algunas quejas porque «se deja poco espacio para el debate«.

Apenas queda un mes ya para el 41º Congreso Federal del PSOE, el que se celebrará del 29 de noviembre al 1 de diciembre en Sevilla en medio de una formidable marejada externa —el impacto del caso Ábalos y, ahora, de la salida de Íñigo Errejón de la portavocía de Sumar en el Congreso tras ser acusado de violencia machista— y también interna. Ya buena parte de los trabajos de preparación se hallan avanzados. Pero faltan por descubrir los dos pilares que sustentarán la cita en la capital andaluza. Por un lado, la ponencia marco, el documento estratégico que orientará la acción del partido para los próximos cuatro años —como máximo—, y por otro, los nuevos órganos de dirección federales, cuyo diseño dará a conocer Pedro Sánchez de manera definitiva en el curso del cónclave, aunque un primer esbozo se pueda conocer pocos días antes, como ocurrió en el congreso anterior.

El equipo redactor está manteniendo diferentes reuniones para la elaboración de la ponencia marco con los distintos ámbitos de la sociedad civil para seguir enriqueciéndola», reza el comunicado interno

Para este viernes, 25 de octubre, Ferraz se había comprometido a entregar la ponencia marco a todo el partido. Era la fecha prevista en el calendario del 41º Congreso aprobado por el comité federal del pasado 7 de septiembre, en el que también se nombró a los tres responsables del documento: Cristina Narbona, presidenta del PSOE; Idoia Mendia, secretaria de Estudios y Programas de la ejecutiva y eurodiputada, y Manu Escudero, presidente de Avanza, el think tank del partido. Este jueves, el coordinador general y la coordinadora adjunta del cónclave, Santos Cerdán y María Jesús Montero, remitieron a todas las federaciones una corrección de ese calendario, a la que tuvo acceso El Independiente. «El equipo redactor —encabezaba el comunicado interno — está manteniendo diferentes reuniones para la elaboración de la ponencia marco del 41º Congreso Federal con los distintos ámbitos de la sociedad civil para seguir enriqueciéndola. Por ello, se ha ampliado el plazo para la presentación de esta al próximo martes 5 de noviembre«.

El nuevo calendario remitido por Ferraz a las federaciones.

La previsión inicial era que las bases iban a disponer desde el 25 de octubre hasta el 4 de noviembre, diez días en total, para elaborar y registrar sus enmiendas. Pero ahora ese esquema ha de cambiar. Las agrupaciones municipales o de distrito dispondrán hasta el 9 de noviembre para celebrar sus asambleas extraordinarias con el fin de presentar «proposiciones, enmiendas parciales o ponencias alternativas». Las enmiendas que superen el 30% de los apoyos se elevarán a la dirección provincial (o insular) correspondiente, para que las registre. Esto supone, por tanto, que la militancia dispondrá de solo cuatro días, del 5 al 9 de noviembre, para tener listas sus enmiendas.

Las convenciones precongresuales (los llamados ‘congresillos’ provinciales) deberán celebrarse entre el 10 y el 12 de noviembre

El siguiente paso es el de las convenciones precongresuales provinciales —los llamados congresillos—, que habrán de cribar las propuestas recibidas por las bases. Se tendrán que celebrar entre el domingo 10 y el martes 12 de noviembre. Según el calendario inicial, debían tener lugar entre el viernes 8 y el domingo 10. Una vez debatidas y sometidas a votación las enmiendas en los respectivos congresillos provinciales (o insulares), las que conciten el respaldo de al menos el 30% de los delegados serán elevadas al 41º Congreso de Sevilla. El 12 de noviembre es el último día para registrar todas las propuestas de cambio.

Casi 10.500 enmiendas hace tres años

Ya no hay más correcciones en el calendario. El día 19 ya estará lista la memoria de enmiendas. Esto es, el documento que recopila y sistematiza todas las propuestas llegadas de los territorios. En 2021, antes del 40º Congreso, que acogió Valencia, se compilaron 10.485 enmiendas a la ponencia marco y otras 280 a los estatutos. Ya en el congreso, los encargados de la coordinación del equipo político procuran tener transaccionadas una buena parte de las modificaciones sugeridas, para que el trabajo en el cónclave sea más abarcable (y manejable).

Creo que el peso de las enmiendas caerá en las delegaciones [provinciales], pero obviamente se deja poco espacio para el debate en la base», asegura un jefe de un aparato regional.

«Los delegados que participarán en los congresillos deberán debatir y votar las enmiendas que se eleven al 41º Congreso. Pero es verdad que las agrupaciones locales lo tienen más complicado —apunta un jefe del aparato regional— porque la mayoría hacen asambleas los fines de semana para facilitar la participación de los militantes. Pero habrá que hacer el esfuerzo». Es decir, que la idea inicial era que las asambleas de base se reunieran el fin de semana del 2 y 3 de noviembre, y los congresillos provinciales, el siguiente, el del 9 y 10. Ahora, el encaje será algo más complejo. «Realmente, es poco tiempo —analiza este mismo mando territorial—. Se dificulta, pero no será imposible. Creo que el peso de las enmiendas caerá en las delegaciones [provinciales], pero obviamente se deja poco espacio para el debate en la base». En Sevilla se congregarán 1.099 delegados con derecho a voto.

La vicesecretaria general del PSOE y vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, charla con el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, durante la reunión del comité organizador del 41º Congreso Federal, el pasado 17 de octubre de 2024 en Ferraz.
La vicesecretaria general del PSOE y vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, charla con el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, durante la reunión del comité organizador del 41º Congreso Federal, el pasado 17 de octubre de 2024 en Ferraz. | FLICKR PSOE / EUGENIA MORAGO | FLICKR PSOE / EUGENIA MORAGO

En otras federaciones, más enfrentadas con Ferraz, el cabreo es mayor: no se explican que, si la cúpula puso el acento en que la actividad del partido debía centrarse en el debate política, cómo es posible que la ponencia no esté lista a tiempo. «¿Cuatro días para enmiendas? Están mis militantes contentos. Son un caos [en Ferraz]», apuntan desde otro aparato autonómico. «Es poco tiempo para presentar enmiendas, sí, pero vamos a trabajar la ponencia», señala otro responsable de Organización regional.

En 2021, los tiempos fueron más relajados. La ponencia se presentó a finales de julio, antes de lo previsto, y las bases tenían hasta el 26 de septiembre para sus aportaciones

En 2021, de cara al 40º Congreso, el de Valencia, los tiempos fueron otros. Más relajados. El cónclave se convocó el 3 de julio, para que se celebrase el 15, 16 y 17 de octubre. Lo que estaba programado es que la ponencia se remitiera al partido el 3 de septiembre, pero se hizo mucho antes: se presentó el 24 de julio en un acto en Madrid. Las asambleas locales tenían hasta el 26 de septiembre para presentar sus enmiendas, y los congresillos provinciales debían fijarse entre el 1 y el 3 de octubre. La memoria se programó para el día 4. Los plazos, por tanto, no estaban tan apretados y, sobre todo, se dejó todo el mes de agosto de por medio.

Entre Fernández Vara y Montero

Una de las partes nucleares de la ponencia marco será la dedicada a la reforma de la financiación autonómica. La que más ojos tendrá puesta, dadas las severas tiranteces que ha generado en el partido el pacto de PSC y ERC que prevé el despliegue de una «financiación singular» para Cataluña. De este pasaje se ocupa especialmente la vicesecretaria general y vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aunque esa cuestión concreta, la financiación autonómica, se integra en otro capítulo más amplio, el del modelo territorial, que coordina el expresidente extremeño Guillermo Fernández Vara, secretario de Política Autonómica de la ejecutiva federal saliente. Él será quien, con Montero, tendrá que bregarse con los territorios socialistas para forjar el consenso en un área clave y capital, para que del 41º Congreso PSOE y PSC se sientan confortables en un texto único.

La dirección ya anticipa que la redacción de la propuesta de reforma del sistema de financiación autonómica será «muy genérica» para facilitar el consenso de todo el partido. «Quedará bien»

La dirección, no obstante, rebaja expectativas respecto al contenido de ese controvertido pasaje de la ponencia. Ya anticipa que su propuesta de reforma del sistema de financiación autonómica será «muy genérica». «Quedará bien«, anticipaban hace unos días en la cúpula, dando a entender que satisfará a todos los territorios. El acuerdo solo puede venir de la mano, como se esperaba, de una redacción difusa, que no descienda mucho al detalle, para agradar tanto a las federaciones más refractarias al pacto con ERC —como Castilla-La Mancha o Aragón—, como a las que han puesto reparos —Extremadura, Castilla y León, Madrid o Asturias— o a las que lo abrazaron sin problemas.

Ferraz dispone, por tanto, de una semana para cerrar una ponencia marco que Montero, como vicesecretaria general, «revisará«, recuerdan en el cuartel general, y en la que Sánchez está muy encima. El presidente ya dijo que quería que el 41º Congreso alumbrase un documento «potente», innovador, que abriese debates y que orientase la labor del Ejecutivo. Que el partido, en definitiva, actuase como faro y avanzadilla de un Gobierno golpeado por varios frentes.

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