La selección de hockey patines de Catalunya y las selecciones vascas de surf y de pelota vieron en 2022 cómo se abría una pequeña puerta a que pudieran participar en las competiciones internacionales al margen de la selección española. Los avances, desde entonces, no han sido muy prometedores, pero aun así sigue habiendo una negociación con el Consejo Superior de Deportes para lograrlo. El PP quiere acabar con esta posibilidad de un plumazo y eliminar cualquier competencia que la Ley del Deporte otorgó a las selecciones autonómicas.
«La dimensión internacional del deporte puede tener incidencia en la acción exterior del Estado», argumenta el PP en una proposición de ley que se debatirá este martes en el Congreso y en la que plantean que en las competiciones internacionales no debería competir nunca una selección autonómica. El texto de los populares elimina todas las modificaciones que se incluyeron en la Ley del Deporte de 2022 y que permiten cierto margen para competir a nivel internacional.
Fue el PNV quien en 2022 negoció con el PSOE una enmienda a esta norma para incluir la posibilidad de que las federaciones deportivas autonómicas puedan participar en el ámbito internacional «en el caso de modalidades o especialidades deportivas con arraigo histórico y social en su respectiva Comunidad Autónoma» y siempre que la federación internacional la admita y el Consejo Superior de Deportes de su aprobación.
El proceso es complejo, más de lo que hubieran deseado las formaciones nacionalistas, pero fue considerado todo un éxito. No obstante, el PP quiere acabar con todo ello y eliminar esta vía de la ley, de tal forma que ninguna selección autonómica pueda acabar compitiendo a nivel internacional. También quieren impedir que las federaciones autonómicas puedan expedir licencias deportivas para actividades deportivas oficiales de ámbito estatal e internacional.
Reforzar los esfuerzos
Las intenciones de los populares contrastan con el empeño de ERC, Junts o PNV por lograr que varias selecciones de sus comunidades puedan dar el salto al campo de juego internacional. La pasada semana, varios senadores de estas formaciones reprocharon al presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, que no esté haciendo todo lo necesario para lograr que las federaciones internacionales integren a varias de las selecciones vascas y catalanas.
«La oficialidad de las selecciones catalanas es una aspiración lógica y, desde nuestro punto de vista, necesaria, que se fundamenta en el derecho de la nación catalana a representar a sus equipos en el ámbito internacional», defendió el senador de ERC Jordi Gaseni antes de denunciar que están «secuestradas las ilusiones de centenares de miles de personas» que «nunca hasta ahora han podido experimentar» que sus ídolos deportivos consigan un éxito en representación de sus territorios. Por su parte, el parlamentario de Junts Francesc Xavier Ten criticó no solo la lentitud del proceso, sino que la ley «se quedó corta a la hora de reconocer el derecho de las nacionalidades históricas del Estado».
Acuerdos en Catalunya
Rodríguez Uribe apoyó sus reivindicaciones, afirmando que la riqueza del país a nivel deportivo «no es un lastre», pero admitió que el camino no es fácil, ya que «no es un problema solo de voluntad o de deseo, es un tema de que hay unas reglas del juego». «Conmigo tiene un aliado para que aflore todo lo que tenga que ver con lo que la riqueza de nuestro país, también en la diversidad del deporte», sentenció en un último gesto de optimismo.
A esto se suma que en el acuerdo firmado por el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa se incluyó el compromiso de los socialistas de crear una oficina que «promoverá las selecciones deportivas catalanas, ofrecerá el apoyo activo y acompañamiento a las federaciones deportivas catalanas». Además, el texto recoge específicamente que «se promoverá la proyección internacional de las federaciones deportivas catalanas».