Cuando el reloj de la basílica del Pilar (las campanas si sonaron no se oyeron) marcó las once de la noche, ya nadie miraba al cielo. Y menos mal. Porque la diversión y el asombro estaba mucho más cerca, a unos metros de su cabeza, en el propio templo que por momentos parecía moverse al ritmo que marcaba desde los platos el francés Michael Canitrot. Era una ilusión óptica, o quizá era más real de lo que parecía, aunque todo era gracias al espectacular videomapping (el secreto mejor guardado en los últimos días) con el que el ‘Monumental Tour’ ha asombrado este viernes a las cerca de 45.000 personas que han llenado la plaza del Pilar de Zaragoza para reivindicar, además del patrimonio (a su manera, eso sí), la música electrónica.
Y es que Canitrot, que ha empezado su sesión unos cinco minutos antes de lo programado, ha sorprendido al público con un ‘remix’ del ‘Bendita y alabada’ en el que se utilizaron las voces de los Infanticos del Pilar de hace 30 años y el DJ francés puso la base en una versión realizada en el Laboratorio Audiovisual del Centro de Historias de Zaragoza.
A partir de ahí, la basílica se ha convertido en un gran lienzo en el que se han reflejado toda clase de realidades inmersivas que iban desde grandes bosque soníricos hasta ráfagas de fuego con bocas que aparecían de las puertas o incluso una cara gigante que parecía por momento echarse encima de los espectadores.
Entre tanto despliegue musical y visual la gente ya se había olvidado de la lluvia que hizo acto de aparición antes de que Canitrot desplegara su arte y que provocó que la plaza se llenara de paraguas que, sin duda, minimizaba el impacto de la experiencia. Pero pronto paró la lluvia y problema resuelto.
Música electrónica para realzar el patrimonio es el objetivo del ‘Monumental Tour’. Sin embargo este viernes era difícil recurrir al tópico de que la plaza del Pilar fue una gran pista de baile porque si bien es cierto que una parte del público se inclinaba por el baile, buena parte del mismo eran simples espectadores atraídos por las expectativas que había generado el espectáculo. Diferentes formas de disfrutar que sí han provocado que hacia las 23.00 horas, los Bomberos hayan cerrdado los accesos al llegar al aforo completo por seguridad, 45.000 personas. Y es que desde poco antes de las nueve de la noche ha habido grandes aglomeraciones para intentar acceder a la plaza lo que hizo que se cortara la entrada por la calle Alfonso.
Más allá de las multitudes (esperadas aunque está por debatir si es sinónimo de éxito o no) la gran noche de Canitrot en Zaragoza se había abierto con sabor aragonés, el de la aragonesa Ms Von Disko, que con una sesión algo distinta a lo que en ella suele ser habitual consiguió ir metiendo en ambiente al público en una noche fría, la que dejó las lluvias caídas (en algunos momentos con gran intensidad) a lo largo de la tarde. Una espectacular sesión la de la artista zaragozana que no olvidó ni a Rosalía.
Después fue el turno del tinerfeño David Penn, una figura del house en España, que encaminó su sesión a que fuera creciendo la intensidad y, sobre todo, la expectación, para recibir a Michael Canitrot. Y entonces, todo cambió. La plaza del Pilar ya no era la plaza ni la basílica era la que había perdurado tantos siglos… hasta que una hora después todo volvió a la normalidad. El ‘Monumental Tour’ ya se ha estrenado en Zaragoza y en España. El resto es historia.