La denuncia contra el ya exdiputado Íñigo Errejón, a la que ha tenido acceso El Independiente, recoge hechos ocurridos en septiembre de 2021. La actriz Elisa Mouliaá acudió este jueves por la noche ante la unidad de violencia contra la mujer de Madrid para relatar lo que pasó.

Mouliaá explicó a los agentes que acudió a la presentación de un libro donde se encontrabra el ex portavoz de Sumar. Tras el evento, fueron a casa de unos amigos, donde se produjo la presunta agresión. En el camino a la vivienda, Errejón «torna en una actitud dominante y le impone tres reglas».

«La primera que no se alejase mucho de él esa noche, la segunda que si lo hacía no se fuese a más de veinte metros de él y regresase en un minuto y la tercera que esa noche le diese un beso», reza la denuncia. Mouliaá relata que se sintió «violentada y cortada»; pero guardó silencio «por ser quien era».

Una vez en la casa, Errejón habría cerrado el pestillo de una habitación donde estaba la actriz para evitar que «pudiera escapar». En el cuarto el político comenzó a tocarla mientras Mouliaá «no consintió nada de lo que sucedió». Según su relato, la empujó sobre la cama y «se sacó su miembro viril». Después, Errejón comenzó a lamerle «la zona de los pechos».

En esto punto, según se recoge en la denuncia, la actriz recuerda que se sintió «paralizada» y que «no consintió nada de lo que sucedió». Ella le dijo que quería seguir en la fiesta, condición que Errejón habría aceptado si después iban a la casa del expolítico. Ella accedió, ya que su intención era «que todo terminase cuanto antes».

Cuando viajaban en coche al domicilio, la denunciante recibió una llamada de su padre, alertándole de que su hijo tenía mucha fiebre. «Íñigo mantenía una actitud fría e impasible, no interesándose en ningún modo», dice la denuncia. Una vez dentro del domicilio de Errejón, éste comenzó «a besar a la denunciante en los labios, mientras le realizaba tocamientos en la zona de los pechos y de los glúteos».

Ella le dijo que estaba muy incómoda y que seguía preocupada por su hija. Lo que estaba ocurriendo le parecía «muy violento», por lo que finalmente le terminó diciendo a Errejón «sólo sí es sí, parece mentira que me esté pasando esto contigo».

Después, le preguntó «si no sabía lo que era la seducción, los tiempos y la escucha», a lo que Errejón habría respondido dándole las gracias y diciéndole que eso «le iba a servir para futuros encuentros», lo que provocó «sorpresa, repulsión y decepción» en Mouliaá, según se recoge en la denuncia.

Renuncia de Errejón

Este jueves, Íñigo Errejón divulgó una carta en sus redes sociales en la que apuntó que ha llegado «al límite de la contradicción entre el personaje y la persona», sin dar muchos detalles concretos.

Su renuncia, aceptada por la coalición de Sumar, llegó en medio de acusaciones anónimas de violencia machista por las que la propia dirección abrió ya un proceso interno.

Tras tener conocimiento de ellas, Más Madrid se puso en contacto con el propio Errejón, que, según las fuentes, confirmó los hechos, por lo que se tomó la decisión de pedirle a Sumar que le exigiera el acta de diputado.

El Código Penal recoge en el artículo 184 que el acoso sexual se produce cuando se piden favores sexuales y que con ese comportamiento se provoca en la víctima una situación intimidatoria, hostil y/o humillante. El delito contempla penas de prisión entre seis y 12 meses, que pueden aumentar a entre uno y dos años si hubiese habido prevalencia de superioridad.

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