El Juzgado de Instrucción número 3 de Palma de Mallorca ha impuesto dos penas de seis meses de cárcel cada una al aficionado que profirió, en dos partidos diferentes, insultos racistas contra los futbolistas Vinicius Junior y Samu Chukwueze en el estadio del Mallorca. En total un año de cárcel en la que es la segunda sentencia condenatoria en España por racismo en los estadios de fútbol, tras los ocho meses de prisión que un juez de Valencia impuso a un aficionado por insultar al propio Vinicius en un partido en Mestalla.
Los hechos se remontan a comienzos del año 2023. El 5 de febrero se disputó el Mallorca-Real Madrid, en el que Vinicius fue víctima de insultos racistas por parte de este individuo. Solo 13 días más tarde, el 18 de febrero, el Villarreal visitó Son Moix y Samu Chukwueze, entonces en las filas amarillas (ahora juega en el AC Milan), fue quien recibió los ataques racistas.
Tres años sin entrar en los estadios
La sentencia también incluye la prohibición de acceso a estadios de fútbol a dicho aficionado durante un total de tres años, una medida que el Comité de Ética del Real Mallorca ya había aplicado a dicho aficionado para vetar su acceso a Son Moix, el lugar en el que produjo el delito. Las denuncias se han resuelto con sendas condenas por Delitos de Integridad Moral con la agravante de discriminación por motivos racistas y aplicando asimismo la atenuante de arrepentimiento, según explican desde LaLiga.
Las dos denuncias por las que ha sido condenado fueron interpuestas por LaLiga y ellas se sumó el Mallorca. Como informó este periódico, el Real Madrid también decidió incorporarse a la causa meses después de su apertura en el juzgado de Palma. Fuentes de LaLiga destacan que esta sentencia «supone la consolidación de un criterio jurídico acerca de las consecuencias penales de este tipo de comportamientos», al ser la segunda que se produce en España.
Queda pendiente todavía la sentencia por los insultos que el delantero del Real Madrid recibió en el Nuevo José Zorrilla, el 30 de diciembre de 2022, durante un partido contra el Valladolid. Hace unos meses, se archivó una denuncia por insultos racistas en El Sadar, en Pamplona, al no poder identificarse el autor de las vejaciones contra Vinicius.
Esta sentencia ratifica que la lucha contra la violencia racista en el fútbol tiene un recorrido penal efectivo. Más allá del castigo recibido por el racista en cuestión, genera un efecto claro de advertencia a aquellos que se sientan tentados de verter su racismo con la excusa de la disputa de un partido de fútbol.
Acuerdo con un menor de edad
Adicionalmente, también en Palma, LaLiga ha llegado a un acuerdo extrajudicial de resarcimiento en el caso del menor de edad que insultó y arrojó botellas de agua contra Tchouaméni en el Mallorca-Real Madrid disputado el pasado mes de abril. El menor se compromete a pedir disculpas al futbolista, al club blanco y a LaLiga, llevar a cabo «las actividades socio- educativas específicas propuestas por la Sección de Menores de la Fiscalía Provincial de Palma de Mallorca», abonar 7.000 euros de la multa impuesta por Antiviolencia y a no asistir a partidos de fútbol durante un año.