Que el Valencia ocupe la última posición de la tabla tras diez jornadas disputadas es síntoma claro de que no son una ni tan siquiera pocas cosas las que han fallado para llegar a esta situación límite. Un proyecto deportivo inexistente, un propietario que solo mira por el beneficio de su bolsillo y una dirección deportiva ineficiente han llevado al club de Mestalla a una realidad impropia de su centenaria historia.
Una victoria en diez jornadas de competición en la que el Valencia solo ha sido capaz de sumar seis puntos habla a las claras del nivel competitivo de la plantilla conformada por la dirección deportiva con Miguel Ángel Corona al frente. Las recientes incorporaciones no han elevado el nivel del equipo dirigido por Rubén Baraja, pues solo Luis Rioja se ha asentado en la titularidad.
Sin embargo el técnico valencianista no es ajeno a la responsabilidad de la bajada de rendimiento de sus futbolistas. Tras una temporada anterior donde extrajo todo el jugo posible a la plantilla, ofreciendo muchos de sus jugadores un gran rendimiento, en la presente campaña nada tiene que ver su aportación al equipo con el potencial mostrado hace un año. Algunos de ellos como Javi Guerra o André Almeida no solo han bajado su rendimiento considerablemente, sino que el técnico vallisoletano ha optado por sentarlos en el banquillo con frecuencia. Por ello, el técnico blanquinegro tiene que encontrar la forma de revitalizar a algunos futbolistas de su plantilla, recuperando su aportación al equipo.
Javi Guerra
El de Gilet es el caso más claro de rendimiento venido a menos. El centrocampista tuvo un impacto inmediato en el juego valencianista, con un gol que supuso media salvación ante el Valladolid hace dos temporadas. Su poderío físico y presencia en el centro del campo le aupó rápidamente a la titularidad de un equipo que arrancó la pasada campaña con una dinámica positiva y con un Javi Guerra firmando partidos rozando la excelencia. Fue a partir del partido ante el Getafe, precisamente el próximo rival blanquinegro el Liga, cuando su expulsión le hizo perderse el duelo ante el FC Barcelona y su protagonismo en el once inicial fue poco a poco diluyéndose.
Es precisamente al Javi Guerra del comienzo de la pasada temporada al que debe recuperar Baraja, pues es sin duda uno de los jugadores llamados a marcar la diferencia en este Valencia al que le cuesta generar acciones ofensivas.
André Almeida
El luso es probablemente uno de los futbolistas con mayor nivel técnico en la parcela ofensiva valencianista. Junto a Javi Guerra, Baraja ha empleado al centrocampista portugués como segundo punta, dada su calidad y facilidad para superar líneas y mover el balón del centro del campo a los atacantes. Si bien es cierto que todavía no ha mostrado un nivel que se acerque a los 8 millones desembolsados por él, con Almeida sobre el terreno de juego el Valencia ha mostrado su mejor versión en ataque en la presente temporada. Al igual que el de Gilet, son solo cinco las titularidades en los primeros diez encuentros para el centrocampista portugués.
Diego López
Sin duda la mayor de las urgencias es volver a ver al Diego López desequilibraste por banda que llegaba con facilidad a area rival. El bajo rendimiento del asturiano coincide con la falta de acciones de peligro que genera el Valencia por partido. Tres goles y ocho asistencias de Diego López la pasada temporada fueron los números de un generador constante de peligro.
Con la llegada de Rioja, Diego López ha sido desplazado a banda derecha en la presente temporada, su banda natural. Sin embargo, ha sido cuando ha partido desde la izquierda cuando el asturiano ha mostrado su mejor nivel, siendo más incisivo en ataque cuando ha jugado a pierna cambiada. Con Diego López desde la derecha el futbolista blanquinegro no ha aparecido apenas en el juego ofensivo del equipo, siendo sus mejores encuentros de la presente temporada cuando lo ha hecho desde la izquierda. Una bajada de rendimiento que ha llevado al ‘Pipo’ a sentar a Diego López en el banquillo ante Las Palmas.
Si bien es cierto que la pasada campaña el equipo rindió por encima de lo esperado, Baraja debe de encontrar la forma de recuperar el nivel de unos futbolistas claves en el esquema del Valencia, llamados a ser las piezas en las que se sostenga la salvación del equipo de Mestalla en la Primera División. Una situación que también afecta a nivel psicológico a una plantilla, que comienza a dar síntomas de verse superada por la realidad valencianista.