“Es como vivir el propio infierno en la vida real”, así define Ilia Topuria la preparación física que le obliga a perder más de 10 kilos a las puertas del UFC 308 que se disputa este sábado en el Etihad Arena de Abu Dabi.
Antes, a las 10.00 horas del viernes, el careo con Max Holloway y el pesaje. Es aquí donde el hispanogeorgiano debe cuadrar números y marcar los 65,8 kilos establecidos por categoría en la balanza.
Puede resultar extraño para la gente común, pero es algo a lo que los luchadores de MMA y UFC ya están acostumbrados, sobre todo Ilia Topuria. Ya experimentó una bajada de peso de 16,3 kilogramos antes de su combate contra Alexander Volkanovski, donde se proclamó campeón del mundo.
El motivo es muy sencillo en comparación con la complejidad del proceso. Ilia deberá bajar los 80 kilos habituales de su peso corporal hasta los 65,8 para competir en su categoría “peso pluma”.
Para cumplir su objetivo, detrás hay un duro periodo de preparación de más de 6 meses en los que “El Matador” entrena cuerpo y mente para llegar al cien por cien a su cita con la historia. Todo ello, para mantener así el invicto y en cinturón mundial de campeón.
Justo en el momento más importante de su “Fight Week”, hablamos en exclusiva con la persona que es su sombra, tanto ahora en Abu Daabi, como en todo este proceso de cara al combate, y la persona que lo sabe absolutamente todo sobre nuestro luchador, el nutricionista y preparador físico, Aldo Martínez.
Así es la preparación de «El Matador» de cara al combate
El pasado mes de abril, cuando Ilia confirmó a Max Holloway como su siguiente rival para defender el título de campeón, comenzó su preparación para el combate.
Seis meses que quizá se han hecho bastante largo. La pelea estaba prevista para el 14 de septiembre en Las Vegas, no en Abu Dabi.
A partir de ese momento, empieza el proceso en el que se fija un “planning” alimenticio y nutricional “basado en la presencia de alimentos orgánicos para favorecer la pérdida continua y gradual de grasa, combinado con duros entrenamientos de 2 y 3 sesiones al día que acelerarán su metabolismo basal y lo pondrán a punto para su cita.”
En este momento el peso corporal de Topuria ronda los 80 kilos, muy por encima del objetivo: 65,8 kilogramos que debe marcar la báscula.
“Al llegar a la cita con un alto metabolismo basal, su cuerpo es capaz de quemar mucha más grasa durante el sueño. Esto, acompañado a la buena adaptación al calor, juega un papel clave durante esta semana de cara a la pérdida de peso”, nos cuenta Aldo Martínez.
A medida que se acerca la fecha, el doctor va adaptando sus rutinas y sus dietas de cara a llegar a la última semana, conocida como la “Fight Week”.
Esta semana se caracteriza por ser el momento en el que los luchadores aceleran este proceso de bajar de peso de cara a la mañana del viernes.
- “Al contrario de lo que suele pensar la gente, la bajada de peso no se realiza solo en una semana, si se realiza la más importante, pero no toda. En todo momento Ilia sigue un plan nutricional supervisado para asegurarnos de que esté en condiciones óptimas para defender título”.
La deshidratación, la gran protagonista en la semana previa al combate
“Durante esta semana su dieta excluye carbohidratos fibrosos y almidonados. Por otro lado, aumentamos el consumo de agua durante los primeros días (lunes, martes y miércoles) para luego reducirlo el jueves, para eliminar así líquidos mediante la orina.”
A su vez, se reducen las cargas de trabajo, pues ante la falta de energía y “combustible” en el cuerpo, es necesario dar descanso al sistema nervioso del luchador. “Llegados a este punto, lo más importante es una buena planificación del entrenamiento, un descanso adecuado” afirma el doctor.
Este proceso toca a su fin la noche de este jueves, la peor de todas para los luchadores. Deben ir a la cama totalmente deshidratados y tras un ayuno de 24 horas que no terminará hasta mañana del pesaje, el viernes a las 10.00 horas.
Los luchadores experimentarán el proceso contrario: la etapa de rehidratación, donde el atleta comenzará a reponer líquidos desde el momento en que se baje de la báscula y en intervalos controlados. Agua, batidos con suplementos y electrolitos para asegurar una rehidratación óptima antes del combate.
Este proceso, que suele durar unas tres horas, precede al proceso de alimentación de productos sólidos, cargado de carbohidratos que le aportarán toda la energía necesaria para el combate.
«Gracias a las sales minerales y carbohidratos almidonados que le proporcionamos empezará a recuperar su peso y ese rebote del que tanto se habla, que será de más de 10 kg, como está previsto.” Se estima que en la noche del combate podría rondar los 77 kilogramos de peso.
De esta forma concluye el trabajo del doctor Aldo Martínez con el luchador, del que ha sido su sombra durante estos 6 meses, y que asegura que “esta rápida recuperación de peso le permitirá estar ágil y mejorar su resistencia para un combate de cinco asaltos, y expresar así su increíble potencial”.
El resultado: “El Matador” llegará a la noche del sábado en el mejor momento de forma física de los últimos 6 meses. “En este momento me siento como un perro al que sueltan la correa”. Así describía el hispanogeorgiano la sensación de subirse al octógono tras este proceso, en el pódcast de Jordi Wild.
¿En qué consiste este proceso?
En nuestro objetivo de detallar y darle algo de sentido a este proceso “sobrehumano”, hablamos con Saúl Sánchez, experto nutricionista deportivo y exnutricionista del Deportivo de la Coruña.
Este proceso incluye una combinación de restricción calórica, el uso de factores externos como sauna, baños de agua caliente o cámaras hiperbáricas sin dejar los entrenamientos.
“El proceso es gradual. La semana previa al combate se comienza a restringir carbohidratos, sodio o fibras, para comenzar así el proceso de deshidratación. El cuerpo comienza a consumir glucógeno almacenado en los músculos y también agua, para perder así los kilos que le restan.”
Hay que tener en cuenta que en el último combate contra Volkanovski llegó a perder 8 kilos en el último día antes del pesaje.
“Durante los días previos, el luchador bebe grandes cantidades de agua. 24 horas antes del pesaje, empieza el ayuno total, que se combina con sesiones de sauna y otras técnicas que favorecen la deshidratación necesaria para que cuadren los pesos».
Una vez completado el pesaje, Topuria deberá someterse al proceso contrario. Es necesario un efecto rebote para recuperar toda la masa muscular perdida y con el objetivo de ganar más incluso.
“Durante las dos o tres horas después del pesaje, el luchador debe de recomponerse e hidratarse para comenzar a rellenar las cargas de glucógeno”. Para esto, su equipo médico le proporciona todo tipo de batidos y bebidas ricas en electrolitos y alimentos ricos en azúcares de fácil digestión para restaurar la energía y prepararse para el combate.
¿Qué riesgos tiene para el cuerpo humano?
Todo este proceso es considerado como “antinatural” y “no recomendado para las personas”.
El cuerpo experimenta una serie de procesos que, en caso de no estar controlados, pueden llegar a ser mortales. Este es el motivo por el cual los luchadores no luchan más de dos o tres veces al año.
- “Es fisiológicamente imposible que el cuerpo aguante más de dos o tres cargas de forma repetida”, asegura nuestro nutricionista deportivo. Cabe destacar que los cortes de peso limitan la vida deportiva del peleador. «El cuerpo sufre muchísimo. Es bastante duro»,
Ante tanta carga de agua, los riñones comienzan a “saturarse” hasta el punto de que comienzan a expulsar más agua de lo normal, lo que podría provocar problemas renales en el cuerpo si no lo hacemos de forma controlada y planificada como lo hacen estos atletas profesionales.
- «Es necesario medir bien los niveles de deshidratación, pues alcanzar o sobrepasar el 10% de deshidratación podría desencadenar en la muerte.«
A corto plazo, una pérdida de peso tan agresiva además de problemas renales, puede desencadenar en golpes de calor y riesgo cardiovascular, ya que el corazón debe trabajar con un estrés muy superior al habitual.
En cuanto al efecto rebote que se produce en las horas previas al combate, es necesario también un gran control por parte de los especialistas y médicos del luchador para evitar algunos problemas muy serios.
«Después de estar 24 horas sin comer ni beber, la vuelta a la alimentación debe de ser controlada. En el caso contrario, podría provocar un descenso peligroso de los niveles de potasio en el cuerpo (hipopotasemia). Si no se controla a tiempo, el desenlace puede ser fatal».
No será el caso de “El Matador”, ya que el Doctor Aldo Martínez nos asegura que ya en el pesaje ceremonial del sábado se notan los cambios positivos en el cuerpo de un Ilia Topuria que “llegará al 100% de su rendimiento a la hora del combate”.
El corte de peso es una práctica común en el mundo de los deportes de combate, que requiere un enfoque cuidadoso y estratégico. La seguridad y el bienestar del atleta deben ser siempre la prioridad, asegurar que los beneficios de competir en una categoría de peso más baja no comprometan la salud a largo plazo.