El Real Mallorca es el club más eficaz de España y el segundo de Europa. Con solo diez goles ha conseguido diecisiete puntos, un resultado extraordinario que lo coloca en una privilegiada sexta posición en la clasificación después de diez partidos.
Los futbolistas de Jagoba Arrasate sacan mucho provecho a sus tantos. Nadie en la Liga es capaz de rentabilizar tanto como ellos su acierto de cara a portería. Cada gol, de media, equivale a sumar 1,7 puntos, una cifra altísima que ningún conjunto nacional puede replicar.
Solo hay un equipo de las cinco grandes ligas continentales (España, Francia, Inglaterra, Italia y Alemania) que mejora sus datos. Es el Union Berlin, club que hace dos temporadas jugó en la Champions League. De sus ocho tantos ha sacado 14 unidades, aunque eso sí, en el país germano solo se han disputado siete jornadas.
Una de las claves para explicar este dato del equipo bermellón son las cuatro porterías a cero que ha logrado en diez partidos. Mantenerse imbatido es sinónimo de sumar, como mínimo, un punto, pero si además se marca, la eficacia del gol anotado crece. Ha logrado diez puntos cuando le ha echado el cerrojo a su meta. Empató ante el Sevilla (0-0) y batió al Leganés (0-1), Real Sociedad (1-0) y Rayo Vallecano (1-0).
Este registro refleja la alta competitividad del equipo en varias facetas diferentes del juego. Cuando gana, lo hace por la mínima. Y cuando pierde, también. Es una plantilla muy equilibrada que exprime sus virtudes al máximo. Su mejor parámetro es el defensivo, buena cuenta de ello evidencia los escasos ocho tantos en contra encajados. Solo hay dos equipos que reciben menos goles, el Real Madrid y el Atlético. La solidez heredada de Javier Aguirre, entrenador de las pasadas dos temporadas y media, es una de las explicaciones que ha reiterado Arrasate en rueda de prensa para justificar el éxito del equipo en las primeras diez jornadas.
El Mallorca marca y encaja menos que el curso pasado. Es evidente que el técnico vasco ha dado con la tecla desde el principio de su etapa en la isla. Y eso que ha cambiado por completo la forma de afrontar los partidos: de un bloque bajo, defensa de cinco y recuperación en campo propio, ha pasado a jugar con un bloque medio-alto, defensa de cuatro y ganar el esférico en campo contrario.
El éxito como colectivo debe individualizarse. Una de las razones que lo justifica es el nivel de juego del capitán del club, Antonio Raíllo. La temporada pasada se lesionó en la segunda jornada y el equipo sufrió defensivamente. En cambio, este curso no ha sufrido ningún contratiempo y se ha evidenciado en la facilidad del central cordobés para ser el líder.
Arriba, Arrasate está cambiando más porque cuenta con más efectivos, más variantes tácticas y también porque Muriqi se lesionó un mes. Los números en ataque atesoran que todavía hay margen de mejora, ya que solo hay cinco equipos que consiguen colar la pelota en la portería contraria con menos asiduidad y once que lo logran de una forma más recurrente.
Ser el equipo que consigue más puntos por sus goles marcados puede llegar a ser un mal dato. Lo ejemplifica el Rayo Vallecano. La temporada pasada fue el equipo de la Liga que sacó más provecho de sus tantos, pero no acabó en una buena posición. Fue decimoséptimo, anotó 29 goles y sumó 38 unidades. Eso sí, recibió 48 goles.
El truco reside en el equilibrio, algo que ya hizo con Osasuna hace dos temporadas. Acabó en séptima posición, logrando la clasificación para la Conference League. Consiguió 53 puntos, marcó 37 y encajó 43 tantos. Arrasate ya sabe cómo sacarle provecho a los goles y su objetivo es replicarlo con el Mallorca. Por ahora, va camino de ello.
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