El Gobierno no tiene ni mucho menos atada la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado del año que viene, la iniciativa de la que depende el futuro de la legislatura. Si saca adelante las cuentas públicas, Pedro Sánchez podrá agotar su mandato sin especiales problemas. Si no, será mucho más difícil, aunque en la Moncloa aseguran que resistirá pase lo que pase. Los principales colaboradores del jefe del Ejecutivo siguen apostando porque los Presupuestos acabarán entrando en vigor, aunque después del 1 de enero. Insisten en que tras los congresos de Junts y ERC, convocados para finales de octubre y noviembre, la situación cambiará. Pero reconocen que las conversaciones son muy incipientes, con pocas materias adelantadas, y que el ambiente entre los socios se encuentra “enrarecido”. Sobre todo, entre los situados a la izquierda del PSOE, con Podemos como elemento principal de desestabilización. 

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