Uno de los fraudes más utilizados en los últimos años es la conocida como “estafa del CEO”. Los estafadores contactan por correo electrónico con personas ante las que intentan hacerse pasar por directivos o empleados de la empresa u organización en la que trabajan las víctimas.
En esos mensajes, intentan convencerles de que tienen que hacer urgentemente un pago o transferencia bancaria para solventar una situación muy delicada de la empresa o del propio directivo.
Los autores de estos correos juegan con la presión de que el dueño de la empresa o el jefe máximo del trabajador atemorice al receptor del mensaje para que, sin hacer más comprobaciones, éste haga ese pago.
El Chivato ha podido comprobar que una campaña reciente de este perfil de estafas utiliza como gancho al máximo responsable operativo de la Policía Nacional.
A algunas cuentas de correos electrónicos les ha llegado en los últimos días un correo que lleva por asunto el texto “(ARCHIVO) Respuesta inmediata”, acompañado de un punto rojo para llamar más la atención.
Aún sin pinchar en el correo electrónico, se puede ver que en el interior del mensaje hay una referencia al “Director Adjunto de policía Commisario [sic] José Ángel González”.
La mención tiene algunas erratas, como “commisario”, con doble ‘m’, y la cita incorrecta del cargo, que es Director Adjunto Operativo (por eso se le conoce por las siglas DAO) de la Policía Nacional.
Eso sí: aparece bien escrito, tildes incluidas, el nombre del actual DAO de la Policía, el comisario principal José Ángel González Jiménez, conocido dentro del cuerpo como ‘Jota’, que ocupa el cargo desde agosto de 2018.
Hay que señalar que precisamente la Policía Nacional cuenta con una Unidad Central de Ciberdelincuencia, de la que dependen la Brigada Central de Investigación Tecnológica, que investiga delitos como la explotación sexual infantil y los llevados a cabo a través de redes sociales; la Brigada Central de Seguridad Informática, para delitos de alta especialización relacionados con ciberataques y creación y distribución de software malicioso; y finalmente la Brigada Central de Fraudes Informáticos, que persigue los fraudes cometidos a través de internet, incluyendo el ámbito electrónico, los diferentes medios de pago y el fraude bancario y empresarial
