Con confianza, todo acostumbra a ser más sencillo. Eso es lo que le está ocurriendo a un Real Madrid que parece haberse desquitado definitivamente de un inicio de temporada lleno de sobresaltos. Ya son tres victorias consecutivas (algo inédito este curso) y la última llegó tras una exhibición coral ante Estrella Roja en Euroliga (95-72). [Así hemos vivido la victoria del Real Madrid]

Porque sí, la clave del triunfo de los de Chus Mateo llegó fruto del gran juego colectivo. El movimiento de balón de los blancos estuvo lleno de velocidad y sentido, provocando un cortocircuito constante en el cuadro serbio. Los de Belgrado, que acudieron a la cita del WiZink mermados por las bajas, apenas pudieron resistir en el marcador desde el salto inicial.

El Real Madrid se divirtió de la mano de un Campazzo que no dejó de sacar trucos nuevos de su chistera y de un Tavares que mostró su faceta más letal, especialmente en la primera mitad (8 puntos en el primer cuarto). Ndiaye se sumó a la fiesta en una segunda parte donde todo quedó visto para sentencia. 

No dejó opción a los sustos el Madrid. Sin bajar la intensidad y con cada jugador aportando su granito de arena para firmar un triunfo redondo. Ya son tres victorias consecutivas y los blancos comienzan a sonreír de forma habitual.

Sin fisuras

El Real Madrid saltó al parqué del WiZink con las ideas claras. Imprimiendo intensidad y moviendo el balón con velocidad para crear el desconcierto en la defensa del Estrella Roja. Y el objetivo se cumplió con creces. Dominaron desde el inicio y no soltaron la ventaja hasta el final del choque.

Campazzo y Hezonja iniciaron su show particular desde la distribución. Ambos alimentaron de balones a un Tavares que se hinchó en el poste bajo y minó la moral del equipo serbio. Y es que los de Belgrado sufrieron mucho en la pintura fruto de las grandes penetraciones de los jugadores blancos. Ni con varios tiempos muertos pudieron reajustar la avería.


Serge Ibaka entra a canasta durante el partido ante el Estrella Roja.

EFE

Los balcánicos tuvieron un amago de rección en el inicio del segundo cuarto con un parcial de 1-8, pero todo acabó siendo un espejismo. El Madrid imprimió la sexta marcha y voló directo hacia la victoria. Al descanso se marcharon con 17 puntos de ventaja, pero todavía quedaba más por llegar.

La segunda parte no tuvo demasiada historia. El Estrella Roja apenas hizo cosquillas a los de Chus Mateo y Campazzo siguió como un martillo pilón provocando faltas con sus continuas incursiones hacia el aro. A ello se sumaron tres triples que aumentaron la renta hasta los 20 puntos antes del último cuarto.

El ritmo bajó en el último parcial, pero el Madrid no cesó en sumar tantos a su cuenta particular. Musa se gustó desde los siete metros, Hugo González dejó varios destellos de su clase y Gueye se estrenó en Euroliga con 17 años. Ganó un Real Madrid que ya piensa en el Manresa.

Real Madrid 95-72 Estrella Roja

Real Madrid (22+24+25+24): Campazzo (13), Abalde (9), Hezonja (7), Ndiaye (12), Tavares (12), -cinco inicial-, Deck (10), Rathan-Mayes (3), Ibaka (5), Musa (17), Llull (3), Hugo González (2) y Gueye (2).

Estrella Roja (10+19+25+18): Miller-McIntyre (5), Canaan (7), Kalinic (9), Daum (8), Plavsic (7) -cinco titular-, Teodosic (11), Davidovac (3), Mitrovic (6), Lazic (3), Dobric (2), Giedraitis (3) y Dos Santos (8).

Árbitros: Mehdi Difallah (Francia), Rain Peerandi (Estonia) y Hugues Thepenier (Francia). Sin excluidos.

Incidencias: partido de la jornada 5 de la Euroliga disputado en el WiZink Center ante 8.387 espectadores.



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