El Ministerio de Trabajo ha lanzado un ultimátum a la patronal para que se sume a un acuerdo para la ley de reducción de jornada. O acepta la oferta que le hará en la próxima reunión prevista del próximo 29 de octubre o legislará sin ella. Así lo ha manifestado el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, en su intervención de este miércoles en el Congreso de los Diputados.
Tras 10 meses de negociaciones, Trabajo considera que la negociación no da más de sí en el seno del diálogo social y que debe enfilar ya su trámite parlamentario. El objetivo es poder llegar a aplicar la reducción de las actuales 40 horas semanales a las 37,5 horas en 2025.
Ya en verano los negociadores del Ministerio hicieron un amago de cerrar la negociación ante la falta de avances, si bien las presiones desde Moncloa y un ligero cambio de actitud, más receptiva, por parte de los empresarios, prolongaron las conversaciones. Ahora, no obstante, los de Díaz quieren enfilar ya la senda legislativa.
La reunión del próximo martes 29 de octubre pinta como decisiva. Allí Trabajo presentará una última oferta, con subvenciones directas a micro empresas de determinados sectores, como el comercio o la hostelería, para ayudarles a amortiguar los costes de reducir la jornada laboral de sus empleados. Dicha oferta también incluirá bonificaciones a la contratación de parados si las compañías necesitaran refuerzos para compensar la reducción de horas a sus actuales empleados, así como bonificaciones si les aumentan la jornada a sus empleados hoy a tiempo parcial.
Trabajo ha ido mejorando su oferta, ese plan ‘Pyme 375‘ que por el momento no convence a los empresarios. Si la patronal la acepta o entra a negociar algún cambio pero siempre con la predisposición de acabar aceptando, las negociaciones podrán continuar. Si no, antes de noviembre el proyecto de ley de reducción de jornada enfilará la senda parlamentaria, donde no tiene por el momento los apoyos asegurados.
Partidos como el PNV o ERC ja han avanzado su predisposición para votar favorablemente, mientras que otros, como Junts y cuyos votos se presumen imprescindibles, todavía no se han pronunciado.
Hasta ahora la patronal CEOE ha rehusado apoyar el reducir la jornada laboral por ley. El principal argumento en el que ha insistido es que dicha competencia debe ser exclusiva de la negociación colectiva y de los acuerdos a los que lleguen patronales y sindicatos sector a sector.