La principal causa de muerte entre las mujeres son las enfermedades cardiovasculares. Y aunque España tiene una de las tasas de mortalidad por cardiopatía de las más bajas de Europa, también en nuestro país las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte entre las mujeres.
De hecho, la doctora Martha Gulati, prestigiosa cardióloga del Cedars-Sinai Heart Institute y especialista en salud cardiovascular en la mujer afirma que:
- «Cuando las españolas sufren un infarto agudo de miocardio, tienen muchas más probabilidades de morir por esta causa que los hombres”.
- Entre las razones de esta diferencia entre sexos, la cardióloga señala varias:
- «Hay retrasos en el diagnóstico del infarto de miocardio en las mujeres en comparación con los hombres.
- El tratamiento en ellas es menos agresivo utilizándose con menos frecuencia las terapias médicas pautadas.
- Se realizan menos intervenciones para abrir las arterias coronarias
- Las tasas de derivación a rehabilitación cardiaca son más bajas en las mujeres que en los hombres”.
Como resultado de todo esto, la cardióloga del Cedars-Sinai Heart Institute explica que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de reingresar y de morir tras un infarto de miocardio. Sin embargo, ha remarcado, no se trata de un problema exclusivo de un país, sino mundial.
“Hay prejuicios en la atención a las mujeres y, con frecuencia, no se considera que las mujeres también corren el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca. En consecuencia, a menudo se descartan sus síntomas o, al menos, no se consideran posibles cardiopatías. Se trata de un prejuicio de género”, ha valorado.
Dolor en el pecho, el principal síntoma de infarto
Por todo ello, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) insiste que no se deben subestimar los síntomas de infarto en las mujeres.
Los cardiólogos recuerdan que, el 80% de las mujeres con infarto de miocardio presentan dolor o presión en el pecho como síntoma principal, igual que ellos, como se indica en las guías europeas de síndrome coronario agudo.
- Así, la SEC insiste en que un dolor en el pecho de más de 15 minutos de duración y/o que reaparece dentro de una hora debe alertarnos de pedir ayuda médica inmediata, tanto en hombres como en mujeres.
Pero los cardiólogos también llaman la atención sobre el hecho de que algunos otros síntomas del infarto pueden ser más habituales entre ellas que entre ellos, como por ejemplo:
– Mareos.
– Náuseas.
– Dolor de mandíbula o cuello.
– Dificultad para respirar.
– Palpitaciones.
– Fatiga.
Factores de riesgo cardiovascular en la mujer
No solo hay diferencias en los síntomas. La doctora Martha Gulati también subraya que también los factores de riesgo cardiovascular clásicos (hipertensión, colesterol, tabaquismo, diabetes, etc.) pueden tener un efecto diferente en las mujeres que en los hombres.
- “Las mujeres diabéticas tienen un riesgo mucho mayor de padecer cardiopatías que los varones.
- Del mismo modo, las mujeres que fuman tienen mayor riesgo que ellos de sufrir daño vascular.
- Incluso la tensión arterial puede ser diferente en ellas.
Por tanto, es importante reconocer que el sexo importa y que no todo es igual entre hombres y mujeres”, subraya la experta.
Además, no hay que olvidar tampoco que las mujeres presentan factores de riesgo que no tienen los hombres. Por ejemplo, durante el embarazo, destacan la preeclampsia, la hipertensión o la diabetes gestacional y el parto prematuro.
Más allá de la etapa gestacional, comenzar con la menstruación a edades tempranas también se asocia con más riesgo cardiovascular precoz.
También el uso de anticonceptivos hormonales y los abortos espontáneos de repetición son factores que las hacen más vulnerables a las cardiopatías.
Poca investigación centrada en las mujeres
Con relación a la investigación, Gulati también subraya que durante mucho tiempo no se incluía a las mujeres en los ensayos clínicos.
- “Esto no ha hecho más que agravar el tratamiento subóptimo en ellas porque nos hemos retrasado en entender cómo les afectan los medicamentos y terapias al dejarlas fuera de la investigación. Y dejar fuera a las mujeres es dejar fuera al 52% de la población mundial”.
La especialista en cardiología ha explicado que “cada célula de nuestro cuerpo está influenciada por nuestro sexo biológico y, como tal, cada molécula está influenciada por nuestro sexo. Así, nuestra respuesta a todo puede diferir según el sexo”.
Gulati concluye con un mensaje claro: “queda mucho por hacer para ofrecer una atención cardiovascular equitativa a las mujeres, porque las enfermedades cardiovasculares siguen siendo percibidas, tanto por la sociedad como por la medicina, como enfermedades de hombres”.