- Junts, el mayor obstáculo
- Visto bueno a los Presupuestos
- Sin plazos
- Presión popular en Cataluña
El Gobierno ya negocia con Junts ampliar la senda de déficit que fijó el Ministerio de Hacienda en verano. El Ejecutivo decidió retrasar la votación del techo de gasto, prevista para finales de septiembre, a la espera de que las negociaciones avanzaran y evitar así que el Congreso de los Diputados tumbara de nuevo el gasto máximo de las autonomías. La estrategia ha dado sus frutos y ha permitido al Ministerio de Hacienda avanzar en las conversaciones con Junts, el principal escollo para la aprobación de los presupuestos generales del Estado para 2025.
La formación independentista exigió una negociación del margen de déficit para ampliarlo y permitir que Cataluña —y, por ende, el resto de autonomías— pudiesen gastar más dinero el año que viene. Hacienda rechazó esta posibilidad en julio, tras el primer batacazo parlamentario que reprobó el techo de gasto propuesto por el Ejecutivo, pero ahora ha dado luz verde a la petición del partido de Carles Puigdemont y ya negocia con Junts cuánto aumentará la senda de déficit para las cuentas del año que viene. El paso previo a la aprobación de las cuentas del Estado.
Junts, el mayor obstáculo
El Gobierno considera que convencer a Junts supone la tarea más complicada para aprobar los Presupuestos. Hacienda no quiere llevar unas cuentas sin antes esquivar una posible enmienda a la totalidad, como informó ECD. De ahí la decisión de retrasar la votación del techo de gasto. Un revés en la senda de déficit anula cualquier posibilidad de que la Cámara Baja apoye las cuentas generales.
En Moncloa han marcado como prioridad evitar más derrotas parlamentarias. Han sumado 33 en el último año y añadir otra más en el proyecto más importante del Ejecutivo evidenciaría una debilidad que el presidente, Pedro Sánchez, quiere evitar escenificar a toda costa.
De ahí que los socialistas hayan dado su brazo a torcer y se abrieran a modificar la senda. Ahora, fuentes conocedoras de la negociación aseguran a ECD que las negociaciones llevan semanas en marcha y avanzado cada vez más deprisa.
Visto bueno a los Presupuestos
El Gobierno debe concretar con Junts hasta dónde amplía el margen de gasto de las regiones, pero considera que los Presupuestos, tal y como los ha diseñado Hacienda, tendrán el aval de todos los partidos que apoyaron la investidura hace casi un año.
Sin plazos
El Ejecutivo no quiere hablar plazos, aunque los tiene. Moncloa sitúa con un círculo rojo los congresos de Esquerra Republicana y Junts. Los de Puigdemont lo celebrarán a finales de este mes, pero el de ERC no tendrá lugar hasta el 30 de noviembre. Previsiblemente, ambas formaciones renovarán sus cúpulas en dichos órganos, y los socialistas tendrán más libertad para pactar con una cúpula recién elegida.
Presión popular en Cataluña
El Gobierno ha detectado que la presión social a Junts en Cataluña está comenzando a hacer mella en el partido del expresident, Carles Puigdemont. Los gritos de “traidores” de decenas de personas frente a la sede de la formación independentista en Barcelona, tras votar en contra de regular el alquiler, removió conciencias de puertas hacia adentro.
Una preocupación que el Partido Socialista calcula que irá en aumento si la fuerza separatista mantiene su negativa a aprobar medidas que tocan el bolsillo de la ciudadanía catalana. La nueva senda de déficit otorgaría a Cataluña 1.543 millones de euros más que si se mantiene el actual techo de gasto.