- Génova esperaba la decisión
- El demoledor informe de la UCO
- Críticas por haber centrado el foco en una noticia en vez de en la UCO
- Defensa interna: extender la sospecha sobre todo el PSOE
- Semanas de «frustración» en el PP
El ruido interno en el Partido Popular se ha acrecentado en las últimas semanas. Un runrún que se ha reavivado este lunes después de que el juez Santiago Pedraz anunciase el rechazo de la querella que presentaron los populares contra el Partido Socialista por financiación ilegal, blanqueo de capital, cohecho y tráfico de influencias. En Génova esperaban la decisión e intentan aplacar ahora las críticas de quienes advirtieron de que centrar la atención en una sola noticia de un medio era una estrategia más que arriesgada.
La dirección del PP ha utilizado dos argumentos para justificar la querella ante los suyos. La primera se basa en el foco mediático. «Hemos dado altavoz a la noticia», defienden desde la cúpula del partido. Una jugada que buscaba centrar la atención en la presunta corrupción del PSOE, no solo del exministro José Luis Ábalos, único alto cargo socialista al que apunta el informe de la UCO sobre el ‘caso Koldo’.
En segundo lugar, la cúpula del partido niega que sea un revés porque Pedraz ha aceptado que el PP se persone en la causa, y porque la inadmisión de la querella llega después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid rechazara la que presentó el presidente, Pedro Sánchez, contra el juez Juan Carlos Peinado.
Génova esperaba la decisión
La dirección del PP esperaba la decisión del titular del Juzgado Central de Instrucción 5. De hecho, altos cargos del partido admitían que el recorrido jurídico era bastante complejo pocas horas después de anunciar la querella. Los populares anunciaron un comité de dirección de urgencia el pasado sábado 12 de octubre, en plena fiesta nacional, para el día siguiente, domingo 13, cuando anunciaron la querella tras la publicación del diario The Objective.
La decisión desvió el foco del informe de la UCO, publicado dos días antes, y que supuso un nuevo golpe para la presunta trama de corrupción que anidó en el Ministerio de Transportes durante la pandemia.
El demoledor informe de la UCO
El dosier de la Guardia Civil apuntaba directamente y, por primera vez, al exministro y entonces secretario de Organización, José Luis Ábalos. El empresario, máximo protagonista de la trama —que otorgó mordidas al principal exasesor de Ábalos a cambio de contratos de mascarillas— compró un chalet al exministro en la costa gaditana. Una operación que la benemérita señala como el primer indicio de una contraprestación por haber intercedido en favor de la concesión de dichos contratos a la trama.
Críticas por haber centrado el foco en una noticia en vez de en la UCO
Cargos y cuadros del PP no entendían por qué Génova había optado por desviar la atención del informe en vez de explotarlo. La querella de los populares no mencionaba el informe de la UCO y simplemente se basaba en una noticia del diario The Objective. El artículo recogía el testimonio de un empresario anónimo que aseguraba haber entrado 90.000 euros en metálico en la sede de Ferraz, pero no mencionaba en ningún caso que dicha acción supusiera financiar ilegalmente al PSOE. Un salto argumental que sí dio el PP al denunciar por financiación ilegal y otros tres delitos.
Pedraz resalta en el auto que existen contradicciones en el testimonio del supuesto empresario cercano a Víctor de Aldama —cabecilla de la presunta trama de corrupción—. Una retahíla de desbarajustes que han imposibilitado que el magistrado admita la querella del PP, y que ha terminado por encender los ánimos dentro del partido.
En los cuadros populares temían que Pedraz rechazase la querella y cambiase de un plumazo el foco informativo: del informe de la UCO que extiende la sospecha sobre Ábalos a un revés judicial contra el PP por un error no forzado.
Defensa interna: extender la sospecha sobre todo el PSOE
El equipo del presidente popular, Alberto Núñez Feijóo, defiende la decisión tanto pública como internamente. De puertas hacia adentro transmiten a los suyos que el objetivo no era que el magistrado admitiera a trámite la querella, sino aumentar su notoriedad. Dar altavoz a la noticia y extender la sombra de la corrupción sobre todo el PSOE, algo que no podían haber hecho de centrarse en solo en el informe de la UCO porque solo afecta a un alto cargo socialista —no al partido en su conjunto—.
Además, defienden que ahora el Gobierno no puede atacarles porque el TSJM tumbó la querella de Sánchez sobre el juez Peinado por prevaricación.
Semanas de «frustración» en el PP
El PP no frenará en su ofensiva contra la corrupción del PSOE. Precisamente, esta estrategia de guerra total se enmarca dentro de la respuesta de la dirección a un clamor popular dentro del partido. Génova ha detectado que los suyos ‘piden hacer sangre’ con todas las novedades que se vayan conociendo en torno al ‘caso Koldo’ y a Begoña Gómez, y aprovecharán cada resquicio para atacar al Ejecutivo.
Este plan es el que ha llevado al PP a presentar la querella aprovechando informaciones periodísticas y, según resaltan en la planta noble del partido, dan el objetivo por cumplido.