El 24 de octubre de 1878 Sa Pobla se conectaba con la ciudad, Palma, a través de las vías del ferrocarril. Un acontecimiento que transformó radicalmente la vida de sus habitantes, dejando atrás las lentas y poco cómodas diligencias descritas por el Archiduque Luis Salvador como «miserables y sucias». La iniciativa de traer el tren a sa Pobla fue impulsada por visionarios como Miquel Socias Caimari, un abogado y político que supo ver en el ferrocarril una herramienta para el desarrollo de su pueblo. Gracias a su empeño y al apoyo de otros vecinos, el sueño de contar con una línea férrea se hizo realidad.
La llegada del tren supuso un antes y un después en el municipio, no solo en términos de movilidad, sino también en lo social y económico. El tren daba la bienvenida a un futuro prometedor a un pueblo con sus poco más de 4.800 habitantes. Cabe destacar aquí que actualmente la localidad cuenta con más de 14.000 habitantes. Así las cosas, el ferrocarril se convertía en un punto de conexión clave, a la vanguardia ferroviaria de su tiempo. Más allá de ser un simple medio de transporte, el tren se convirtió en un motor de desarrollo económico para Sa Pobla.
Sector agrícola
El sector agrícola, especialmente el cultivo de la patata, experimentó un auge gracias a la facilidad con la que los productos podían llegar a los mercados europeos. La creación de nuevas ferias en 1886, como recoge Alexandre Ballester en su Àlbum del Temps, es un claro ejemplo de cómo el tren atrajo a más visitantes y dinamizó la economía local. Durante 103 años, el tren fue un fiel compañero de los poblers. Sin embargo, en 1981, el servicio se interrumpió. Afortunadamente, en 2001, el ferrocarril volvió a conectar el municipio, aunque con una nueva ubicación. La estación en un principio se ubicada donde actualmente se encuentra el local de la Policía Local, cerca de los almacenes de la CAP. Posteriormente pasaría a otro edificio, dónde actualmente se encuentra la sede de Protección Civil y actualmente está cerca de la salida hacía Muro. A pesar de este cambio, el tren sigue siendo un elemento fundamental en la vida de los habitantes de esta localidad.
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