Las aguas que rodean la isla de Annobón son tan profundas que las ballenas se acercan a pocos metros de distancia de las playas. La tradición manda que, cada siete años, los annoboneses pesquen una con arpones artesanales. A principios del siglo pasado, los balleneros españoles cazaban en las costas de esta provincia de la actual Guinea Ecuatorial hasta medio millar de ejemplares. Pero, desde la independencia de la excolonia española y el ascenso al poder del autócrata Teodoro Obiang, esta isla paradisíaca de clima agradable (20-30ºC) y donde el español es la lengua oficial vive inmersa en la pobreza, el aislamiento y la represión, denuncia la diáspora. El régimen de Obiang, el segundo autócrata más longevo de África, y de su hijo Teodorín ha convertido a Annobón en una pesadilla, según las denuncias de la oposición. 

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