El consejo rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU)de Córdoba, que se celebrará la semana que viene, lleva dos puntos en su orden del día que servirán para dar un paso más en el objetivo que tiene el Cabildode levantar un edificio en la confluencia de ronda de Isasa con Caño Quebrado para abrir allí el archivo de la Mezquita-Catedral. En este caso, lo que se votará es la modificación de los usos de las tres parcelas donde se levantará el edificio, incluidas en el Plan de Especial Protección del Casco Histórico (Pepch).
Lo que solicita el Cabildo es que dichas parcelas sean calificadas como de servicio específico cultural, agregar los tres espacios en uno solo y la declaración del futuro archivo como edificio singular. Según la propuesta del Cabildo, elaborada por el arquitecto Francisco Rebollo, se pide la calificación como servicio, ya que el archivo se destinará a uso público, tendrá que ver con necesidades sociales básicas y estará exento de explotación lucrativa. Y será cultural, obviamente, porque será el archivo catedralicio.
Restos arqueológicos
La agregación de las parcelas se solicita, principalmente, porque servirá, según el documento del Cabildo, «para poder poner en valor de manera inteligible» los «valiosos» restos arqueológicos que se han hallado en el espacio. En este caso, ya se excavó en la zona en el año 2000, y también entre los años 2006 y 2010 (cuando se hizo todo el arreglo del entorno de la Puerta del Puente). Dichas excavaciones pusieron al descubierto la existencia, entre otros elementos, de estructuras de gran entidad constructiva de época tardoantigua y medieval islámica.
Además, según adelanta Rebollo en su informe, las intervenciones arqueológicas que se están llevando a cabo ahora en esas parcelas están ratificando, por un lado, los resultados de la intervención del año 2000 y, por otro, ampliando la intervención arqueológica excavando la superficie que queda por inspeccionar.
En este punto se asegura también que los perímetros interiores de las parcelas afectadas no guardan relación con el trazado de los elementos arqueológicos que han aparecido. De ahí que se pida la agregación parcelaria para «hacer una integración unitaria que permita una lectura no fragmentada de los restos existentes».
Edificio singular
En cuanto a la condición de edificio singular, dice el Cabildo que las características funcionales del futuro archivo requerirán «de una solución de implantación especial, quedando, por tanto, exonerada del cumplimiento de las condiciones impuestas en las normas de la ordenanza de Protección Tipológica, incluso de las condiciones de imagen urbana». Básicamente, lo que viene a decir el Cabildo es que las necesidades de un archivo no son las mismas, por ejemplo, que las de una vivienda, de ahí que se pida que sea un edificio singular. Sí se deja claro, en cualquier caso, que el nuevo edificio será «sensible» a su situación en un lugar excepcional, como es el casco histórico de la ciudad.