Los agentes han intervenido cerca de 15.000 euros en efectivo, numerosos útiles para forzar las cerraduras, tales como ganzúas, espadines, juegos de llaves “impressioning” o plásticos para cometer el “resbalón”; un arma de fuego con dos cargadores y munición real, unas gafas con sistema bluetooth para comunicarse, además de multitud de efectos procedentes de los robos, como relojes de alta gama, perfumes o joyas.

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