El caos que generó en Atocha y Chamartín el descarrilamiento de un tren este fin de semana sigue dando que hablar. Esta vez, por los audios que envió uno de los trabajadores del centro de control a sus compañeros, unas conversaciones a las que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, en las que se afirma que el tren «se iba a estampar contra un tren de viajeros».
Sin embargo, fuentes del Sindicato Español de Maquinistas Ferroviarios (Semaf) señalan a EL ESPAÑOL-Invertia que estos audios fuero enviados a través de un grupo de WhatsApp de ferroviarios «que desconocen cómo se ha producido realmente el accidente». De hecho, indican que tienen «bastantes contradicciones» y recuerdan que, de momento, no ha finalizado la investigación.
En estos audios, el trabajador del centro de control dice no saber «qué coño han hecho» el maquinista y los técnicos que estuvieron relacionados con el descarrilamiento: «Han debido aislar los frenos del tren inútil y encima lo han cortado, no solo ha sido una cagada, sino varias».
Audios del descarrilamiento
El técnico también afirma que el tren se movía a velocidades «de hasta 200 kilómetros por hora» y se dirigía «contra otro tren de viajeros», por lo que la decisión fue cambiar las agujas para desviar el tren, «que iba con dos mecánicos dentro», y que así no se produjera una colisión. Una decisión que fue la que ocasionó el descarrilamiento.
En el audio, el trabajador del centro de control afirma que el maquinista del tren descarrilado estaba muy afectado por lo sucedido y creía que le iban «a echar» por el accidente. También apunta a que «no entiende» por qué los mecánicos no accionaron un botón de emergencia para «detener el tren», puesto que «podrían haber muerto».
Desde Semaf, organización que representa a más del 85% de maquinistas de todo el territorio de España, recalcan que «el maquinista actuó de acuerdo a la normativa en todo momento». Fuentes de Adif también insisten en que la investigación «está abierta» y que se trata de un caso «muy raro y puntual».
Más de 18.000 afectados
El fallo en el remolque durante la tarde del sábado provocó un corte total en el servicio que se saldó con más de 18.000 afectados durante el fin de semana. Muchos vieron cancelado sus viajes y, otros, se vieron obligados a adaptarse a varios cambios.
Pero, finalmente, este domingo, Adif comunicaba la buena noticia: los trenes de media y larga distancia hasta Comunidad Valenciana y Murcia volvían a la normalidad. Esto quiere decir que su cabecera volvería a ser Chamartín (en lugar de Atocha) y que ninguno se verá suspendido. Ahora bien, el problema no acaba aquí.
Y es que, los servicios de Adif no han podido retirar el tren que mantiene prisionero el túnel entre Atocha y Chamartín. Por ello, lo que han hecho los operarios es apartarlo y dejar sólo una de las vías libre. Carril por el que volverán a circular los trenes. ¿Y qué pasa con el tren siniestrado? Que se retirará este fin de semana. Así lo ha notificado Adif tras hablar con todas las operadoras (Renfe, Iryo u Ouigo).
Lo que van a hacer Adif es dejar ese tren siniestrado en el interior de la conexión entre Atocha y Chamartín hasta el próximo fin de semana. Será entonces cuando Adif y Renfe movilicen un dispositivo técnico especial para retirar el tren.
«Reviste una complejidad especial dadas las características del espacio en el que se desarrolla», han informado desde la compañía.
Esto se hará, según han planificado desde ambas compañías, durante el fin de semana del 26 y 27 de octubre. En ese momento, se volverá a cambiar la cabecera de los trenes de media y larga distancia pautando su salida desde Atocha.
Adif asegura que ha tomado esa decisión de forma «consensuada» con las compañías operadoras y con el objetivo de maximizar la capacidad de la infraestructura de lunes a viernes.
Tras la retirada del material, será necesario evaluar el estado de la vía y proceder a su reparación. Para esta última fase, no hay fechas ni pronósticos.
Complejo
Retirar el tren que había descarrilado no era nada fácil. Así lo ha asegurado el director general de Negocios y Operaciones de Renfe, Óscar Gómez Barbero, durante primera hora de la mañana del domingo.
En declaraciones a los medios, ha reconocido de la complejidad del operativo e, incluso, no se ha atrevido a dar un día para restablecer el servicio. Los medios, incluso, le preguntaban por si podría estar solventado en «una semana» y tampoco se ‘pillaba’ los dedos.
Ha sido el ministro, Óscar Puente, él que ha insistido en la necesidad de «liberar» una de las vías y ha sembrado la esperanza de que esto pudiera ocurrir a lo largo de la noche.
Las compañías operadoras, Iryo y Ouigo, se han enterado casi de forma simultánea a los medios de comunicación. De hecho, hasta unos minutos antes del comunicado de Adif, desconocían «cuántos trenes» podrían sacar a las vías durante el lunes. Finalmente, y por lo menos hasta este fin de semana, serán todos.
