Este fin de semana, el descarrilamiento de un tren sin pasajeros en el túnel de alta velocidad que une las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín, afectó a unos 15.000 pasajeros de Renfe, tras suspenderse 22 trenes; mientras que el resto de operadores, tanto Ouigo como Iryo cancelaron y reprogramaron sus trayectos. A ese descarrilamiento se sumó otro incidente el sábado en la estación de Atocha, por la presencia de una persona en la zona no autorizada, que paralizó el tráfico ferroviario durante dos horas al activarse el protocolo de emergencia y el corte total de la tensión en la estación, lo que incrementó aún más los problemas.

EFE

El día que Juande no olvidará

Juande Jerónimo, jefe de Informativos de COPE Granada y víctima de este caos ferroviario de este fin de semana, explica en ‘El Cascabel‘ qué ha sucedido el día en el que iba a acudir a las bodas de sus dos amigos: “Ha sido una situación realmente curiosa. Estaba en una boda en Madrid, me daba tiempo perfectamente a ir hasta Atocha, a coger ahí el siguiente tren para venir a la celebración de otra boda aquí en Granada”.

Los dos amigos se casaban el mismo día y Juande tomó la decisión de acudir a ambas para poder estar presente en ese día tan especial para ellos, pero acabó perdiéndose las dos: “No me quedé a la celebración de la boda en Madrid y tampoco llegué, ni muchísimo menos, a la celebración de la boda en Granada, ya que el tren salía tres horas más tarde de cuando estaba previsto. Fue un auténtico espectáculo. Ese día iba a ser memorable, porque no siempre se casan dos amigos al mismo día, y fue memorable, pero por el dolor de cabeza que me dio el estar allí tanto tiempo y todavía este párpado me tiembla un poquito de la tensión que va a ser respondiendo mensajes de unos y de otros. Uno, ¿por qué no te quedas? Y el otro, ¿por qué no llegas?”.

Juande lamenta que no hubieran avisado con tiempo: “Siempre había momentos de pillar un autobús, incluso de alquilar un coche, de haber llegado a la celebración de mi amigo Álvaro y haberle dado un abrazo por lo menos. Cuando llegué, es que vamos, ni los que habían bebido más se quedaron ya en la boda”.

Atocha

Europa Press

Así vivió las horas de espera en Atocha

Juande llegó una hora antes de que saliera el tren, a las siete de la tarde, con su traje puesto, ya que iba directo a la siguiente boda, pero cuando llegó a Atocha y se encontró con esa situación, “yo no sabía cómo ponerme ya porque conforme iban pasando los minutos, llegaba más y más gente y más gente y aquello no se conseguía desatascar”. A pesar del mal trago, la incomodidad y la tristeza de estar perdiéndose ambas bodas, Juande decidió quedarse con esas personas y momentos que amenizaban el caos: “Llegó el momento en que veis esos chicos que estaban ahí bailando la conga. Yo también pude cantar con ellos ‘Al partir un beso y una flor’ porque es que aquí no hay manera de que partiéramos de ningún sitio y fue cuando actuaron los de seguridad, que los apartaron porque algunas personas protestaron. Era la única diversión que teníamos en ese instante”. También conoció a Antonio, “un amigo argentino que me encontré allí, que me contaba que esta situación le recordaba mucho a su país en la época de los corralitos” y a una pareja de jubilados de Zaragoza “que venían de Cuenca en un tren a oscuras, que llegaron a Atocha y se encontraron el esperpento”. Y así pasaba el rato mientras trataban de averiguar qué estaba ocurriendo en Atocha: “Teníamos la sensación de ser como un ganado, que te van llevando de un sitio a otro y que no te pueden explicar. Había unas chicas de Valencia que salieron corriendo porque tenían que llegar a Valencia con tiempo suficiente para otro enlace. Entonces, si se quedaban en Atocha, se arriesgaban a pasar toda la noche en una estación en Valencia”.

«En cuanto reciba la indemnización de Renfe, porque espero recibirla, me la voy a gastar en autobuses»

Juande

Víctima de este caos ferroviario en Atocha

Juande asegura que ya ha aprendido de esta experiencia de la que le costará olvidarse: “Yo puedo contaros que yo en cuanto reciba la indemnización de Renfe, porque espero recibirla, me la voy a gastar en autobuses”. Para terminar, Antonio Jiménez le aconsejaba, “ya sabes, mientras gobierne Sánchez y Puente esté al frente de los trenes, el que mucho abarca poco aprieta. Mejor no abarcar dos bodas. Quédate con una y al otro le mandas las felicitaciones más efusivas”, a lo que Juande, entre risas, asentía con un “de esta he aprendido, de verdad”.

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