Empezó como una tendencia natural a alargar las comidas en los restaurantes; una especie de sobremesa que incluía copas, con música de fondo, por si alguien se animaba a bailar. Pero pronto cogió una dimensión propia, sobre todo tras la pandemia de covid, una crisis sanitaria mundial que obligó a la población a modificar su estilo de vida. Con la noche prohibida, las primeras incursiones de los pubs y las discotecas tuvieron que hacerse por la tarde.

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