Empezó como una tendencia natural a alargar las comidas en los restaurantes; una especie de sobremesa que incluía copas, con música de fondo, por si alguien se animaba a bailar. Pero pronto cogió una dimensión propia, sobre todo tras la pandemia de covid, una crisis sanitaria mundial que obligó a la población a modificar su estilo de vida. Con la noche prohibida, las primeras incursiones de los pubs y las discotecas tuvieron que hacerse por la tarde.
Las fiestas al aire libre cogieron carrerilla, y el ambiente de la tarde gustó. Tanto, que hasta la FundéuRAE recoge ya el término tardeo como una forma de ocio. Esta nueva manera de entender el salir de fiesta se consolida en casi todos los territorios de España y cala con fuerza en todas las franjas de edad, jóvenes y no tan jóvenes. ¿Significa eso que el ocio nocturno corre peligro? Según la Federación de Empresarios de Ocio Nocturno y Espectáculos, España de Noche, nada más lejos de la realidad. El tardeo no es un contrincante, sino más bien un aliado que ya está aumentando hasta en un 25% el volumen de negocio de los locales que lo incluyen en su oferta.
La mayoría de los asistentes a estas fiestas, en el caso de las discotecas, son personas que viven en el país. El turista no busca tanto este tipo de eventos en locales tradicionales, aunque sí tiene un peso importante cuando la fiesta es al aire libre. Aprovechar las virtudes del clima mediterráneo, sobre todo en verano, es cada vez más un atractivo turístico para los jóvenes que visitan el país y que quieren pasarlo bien por la tarde.
En definitiva, en estos eventos se mezclan los jóvenes nacionales, que están explorando esta nueva forma de ocio, con las personas de mediana edad que han vuelto a encontrar su espacio en el mundo de la fiesta. «Antes, la tarde era para los menores de edad», explica Ramón Mas, presidente de España de Noche. Se refiere a aquellas salas de fiesta que se encontraban normalmente en las ciudades y donde se reunían adolescentes que todavía no podían beber alcohol ni, por lo tanto, acceder a las salas de adultos. «Ahora, los de mediana edad les hemos cambiado el puesto«, ríe.
Un tíquet medio al alza
El tardeo recoge un cambio de hábitos sociales, se hace grande entre las personas de entre 30 y 45 años y, en casos concretos, llega hasta edades más avanzadas, que pueden alcanzar los 65 años, según la patronal. Son personas que ya no salían y que, con esta oferta, se han sentido interpeladas. Es precisamente su madurez lo que les supone un mayor poder adquisitivo y, por lo tanto, un mayor potencial de gasto. Por eso, aunque la noche sigue siendo la reina por la cantidad de gente que aglutina, comparativamente, el mayor porcentaje de gasto ya se genera por las tardes. «El tíquet medio, por la tarde, es sensiblemente más alto que el de la noche», asegura Mas. La calidad de los productos que se ofrecen en estos ambientes, sobre todo las bebidas, suele ser también algo más alta.
Según las últimas cifras que la patronal publica anualmente, recogidas en el Estudio sobre la situación y evolución del sector del ocio en 2013, el tíquet medio creció de los 15 euros en 2022 a los 18,5 en 2023, más del 20%. Y la sensación de los empresarios es que el incremento volverá a ser alto en este ejercicio. Las razones son varias. En primer lugar, el aumento del consumo por botella y, en segundo puesto, el mayor tiempo medio de estancia en los locales, por la tarde y por la noche. España de Noche reconoce, sin embargo, que el encarecimiento general de los precios también está detrás de estas cifras.
«La generación de los años 80 vuelve a ser protagonista de la vida recreativa. Fueron ellos los que conquistaron los espacios de ocio y los vivieron muy intensamente, pero luego quedaron excluidos», explica el presidente de la patronal. Se casaron, tuvieron hijos, «y ahora muchos ya se han divorciado», por lo que tienen unas nuevas necesidades de ocio que, hasta hace poco, no se estaban cubriendo. «Se está recuperando a un público cuyas salidas ya se limitaban a las cenas de empresa, las Navidades y las fiestas mayores de los pueblos», añade.
En este punto, el portavoz de España de Noche, Vicente Pizcueta, señala el envejecimiento de la población como una razón de peso para que este fenómeno triunfe entre las personas de mediana edad. Los boomers, que ya se han hecho mayores, son mucho más numerosos que las nuevas generaciones. Sin embargo, aunque los propietarios de los locales coinciden en que el tardeo fue ideado para la gente de mayor edad, los treintañeros, viendo el éxito, no dejan de subirse al carro.
Reinventarse o morir
Kevin González es propietario y director de la discoteca Jangueo, ubicada en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), así como de Descarada Tardeo, en Terrassa (Barcelona), y está a punto de inaugurar otro local en Sabadell (Barcelona). Trabaja tanto la tarde como la noche. Comparte con sus compañeros la idea de que se está dando un «claro cambio de tendencia en los hábitos de consumo» en cuanto a la fiesta. Y tuvo que adaptarse. «Nosotros éramos puramente nocturnos, pero hace un par de años empezamos a notar que perdíamos parte de nuestra clientela habitual», recuerda.
La estrategia ha sido un éxito. En los últimos meses, «el público mayor de 25 años ya empieza a consumir tardeo», afirma. «Y ni hablemos de la gente mayor de 30, que comienza a rechazar absolutamente la noche«, insiste. Todo ello ha sido, de nuevo, motivado por la pandemia. «La gente que salía de fiesta, con tantas restricciones, se acostumbró a hacerlo en horarios más cortos y antes«, cuenta. «Ahora quieren seguir aprovechando el día».
El dueño de Grupo Cartuja, en Madrid, Antonio Extremera recuerda que su primer contacto con el tardeo fue en 2019, antes de la pandemia, donde en algunos territorios del interior ya estaba triunfando. «Fue una relación tímida. No aposté por ello con mucha fuerza», añade. En unos meses llegó la pandemia y «el tardeo fue obligado». Desde entonces «las costumbres de la gente han cambiado, también la forma de relacionarse entre ellos». No renuncian a salir de día, a tener contacto con la naturaleza. «Quieren salir el sábado por la tarde, volver a la una de la madrugada a su casa, y así tener el domingo disponible«.
Tanta o más gente que por noche
Tal como explica Jordi Llop, que gestiona dos discotecas de Barcelona ciudad (Fira Casanova y Fira Villarroel) en las ciudades de costa empezaron a hacerse fiestas por la tarde en las playas, para aprovechar las puestas de sol. «Pero ahora ya tenemos tardeo en las discotecas, un formato en cerrado«. Aquello que comenzó al aire libre y que se daba más en verano, ya se celebra en todos los meses del año. «Mueve a tanta o más gente que el mundo de la noche. Ya empezamos a ver a gente que está en los 30, y hasta más jóvenes. Aunque la música sigue siendo la misma, de los 80, 90 y 2000. El remember está de moda«, cuenta.
Además, en este tipo de fiestas «hay muy buen ambiente. Es un público que no da problemas, que viene a pasárselo bien», comenta. «Hemos perdido público nocturno, pero hemos ganado mucho por la tarde», concluye. Y corrobora la versión de la patronal: el tardeo es el nuevo negocio. «Si tenemos la suerte de que una fiesta se consolida por la tarde, el local puede aumentar la facturación hasta en más del 30%», insiste. Con la noche y la tarde conquistadas, ¿será la mañana el próximo objetivo de los empresarios de la fiesta?