En el desayuno, Seyran le estaba contando con alegría a su suegra, Gülgün, que ya tiene la nota para entrar en la universidad, y que es más alta de lo que esperaba. Con emoción, le ha dicho que puede entrar en cualquier carrera, pero que su verdadera pasión es Bellas Artes.
Sin embargo, sus ilusiones se han roto por completo cuando Ferit, al ser preguntado por su abuelo sobre lo que piensa al respecto, ha admitido estar confundido sobre el asunto.
Sin mirar a Seyran, Ferit ha mencionado que todos saben que Halis está esperando un bisnieto, y que, también desean tener un bebé. «Nuestra prioridad debe ser hacer crecer nuestra familia», ha declarado, mientras su abuelo, Halis, ha respondido que es la decisión más correcta.
Halis ha explicado que, para una nuera, la universidad es su hogar, donde aprende, enseña y encuentra su camino. «Estudiar puede esperar. No me has defraudado», ha dicho el patriarca mirando a su nieto.
Seyran, en shock, ha comprendido que no podrá asistir a la universidad ni cumplir sus sueños como soñaba. Está casada con un hombre que no ha elegido, que tiene una novia, y ahora se le impide estudiar mientras se le exige que tenga un hijo.