El Tribunal Penal de Inglaterra y Gales ha absuelto este lunes a Martyn Blake, el agente de la Policía Metropolitana (Scotland Yard) que mató de un disparo al joven negro Chris Kaba, de 24 años, durante una persecución en Londres en septiembre de 2022. El jurado popular, formado por nueve hombres y tres mujeres, ha concluido que Blake actuó en defensa propia, a pesar de que el sospechoso estaba visiblemente desarmado en el momento de los hechos. La sentencia ha sido recibida con alivio por el agente, mientras que la familia del joven Kaba ha asegurado sentir un “profundo sentimiento de injusticia” y ha prometido seguir luchando para defender su honor.
Los hechos ocurrieron en el barrio de Streatham, en el sur de la capital británica. Los agentes identificaron un Audi Q8 que había estado implicado en un tiroteo la noche anterior y comenzaron una persecución. Varios coches policiales consiguieron rodear a Kaba, quien desobedeció las órdenes de abandonar el vehículo y trató de maniobrar para escapar. Fue entonces cuando Blake apretó el gatillo, en un único disparo que resultó ser mortal. “Tenía la creencia genuina de que había una amenaza inminente para la vida. Si no hubiera actuado, creo que uno de los compañeros habría muerto”, aseguró el acusado durante el juicio.
Defensa propia
Blake sostiene que disparó ante el temor de que Kaba utilizara el coche como “arma”, aunque la fiscalía ha señalado durante el juicio que el vehículo fue bloqueado en cuestión de segundos y que no tenía opción de escapar. La versión del acusado, sin embargo, ha sido reforzada por algunos de los compañeros presentes en ese momento, que han asegurado ante el tribunal que también estuvieron a punto de disparar debido a la enorme tensión de la situación. A pesar de la absolución, Blake todavía se enfrenta a un posible expediente disciplinario por parte de la Oficina Independiente para la Conducta Policial (IOPC, en sus siglas en inglés).
El caso ha generado una gran controversia en el Reino Unido. La imputación de Blake a finales del año pasado provocó que cientos de agentes entregaran sus licencias de armas a modo de protesta, con el objetivo de presionar al entonces Gobierno conservador para lograr una mayor protección legal en este tipo de situaciones. “El sargento Blake tomó una decisión en una fracción de segundo sobre lo que creía necesario para proteger a sus colegas y a Londres. El jurado ha decidido que fue una creencia honesta y que la fuerza empleada fue razonable”, ha asegurado el comisario de la Policía Metropolitana, Mark Rowley, quien considera que el sistema de rendición de cuentas de los agentes está “roto”.
Críticas antirracistas
La sentencia, sin embargo, ha provocado las críticas de grupos antirracistas y de la familia de la víctima, quienes ya llevaron a cabo protestas en varias ciudades del país pocos días después de su muerte. “Ninguna familia debería soportar el dolor inimaginable al que nos hemos enfrentado. Nos robaron a Chris, y esta decisión demuestra que su vida –y la de muchos otros como él– no importa al sistema. Nuestro hijo merecía algo mejor”, han asegurado sus familiares a través de un comunicado. “La absolución de Martyn Blake no es sólo un fracaso para nuestra familia, sino para todos los afectados por la violencia policial”. Unas críticas a las que se han sumado algunas organizaciones antirracistas, que destacan que las personas afrodescendientes han sido asesinadas “desproporcionadamente” durante décadas por las fuerzas policiales.
Blake ha sido el cuarto agente acusado de asesinato u homicidio involuntario relacionado con un tiroteo policial desde 1990, a pesar de que 83 personas han muerto como consecuencia de estos hechos durante este periodo, según la organización Inquest, encargada de defender casos de muertes relacionadas con el Estado. Tan solo uno de ellos ha sido declarado culpable de homicidio, mientras que el resto han sido absueltos.