Las nuevas tecnologías han traído con ella una gran evolución, pero por desgracias con ellas también ha llegado las estafas. Hoy en día es común recibir llamadas, correos electrónicos o SMS sospechosos que nos hacen estar alertar y bloquear las cuentas que nos resulten inseguras.
En las redes sociales también se dan casos de hackers que buscan acabar con las cuentas de los usuarios, suelen intentar actuar contra cuentas oficiales o con un gran número de seguidores. Asimismo, también hackean cuentas menores.
Los principales objetivos de estos actos es robar dinero o datos personales. Las personas que no suelen utilizar las nuevas tecnologías son más propensas a caer en este tipo de estafas.
Phishing
El phishing es una técnica de ciberacoso que consiste en el envio de correos electrónicos por parte del delincuente para conseguir obtener los datos personales de la persona a tacada y así conseguir llevar a cabo una estafa de la que la víctima se acabará dando cuenta con el tiempo.
En ocasiones hay gente que ve arruinada su vida por culpa de estas estafas porque al ser ellos mismo los que han ‘aceptado’ sin ser conscientes de lo que ocurre realmente.
El objetivo de los que practican phishing es atacar a entidades, organismos públicos o personas con el fin de falsear el correo electrónico. Uno de los casos más conocidos fue el de Hilary Clinton, cuando los hackers rusos utilizaron un correo electrónico falta para robar miles de correos de la campaña electoral en el año 2016.
Pautas a seguir
Hay una serie de señales que alertan de que es posible que se esté sufriendo un intento de estafa, es por ello que si se topa con alguna de ellas deba extremar las precauciones.
- Leer el mensaje a fondo. Los intentos de phishing suelen contener faltas de ortografía, por lo que es muy importante leer los mensajes detenidamente para darse cuenta de que no es una estafa.
- Sospechar de las URL cortas. Un claro indicativo es la URL acortada, ya que lo utilizan para ocultar la auténtica URL a la que quieren que accedas.
- Revisar el enlace antes de hacer clic. Hay que saber que puedes los enlaces pueden llevarte a cualquier sitio, es decir en el enlace puede poner que va a redirigirte a Google, pero en realidad va a enviarte a la página que el estafador quiera.
- Comprobar los caracteres del enlace. Suelen utilizar los enlaces de los sitios web que quieren suplantar, pero siempre cambian un caracter que a simple vista puedes no darte cuenta.
- Asegurarse de que la extensión de dominio es correcta. Al igual que hay que comprobar los caracteres, el dominio también hay que tenerlo en cuenta. Muchas veces a simple vista no se aprecia, pero si lees detenidamente puedes darte cuenta de que el dominio final es .co en lugar de .com que es lo correcto.